Gregorio Angarita, director de Corponor, Corporación Autónoma Regional de la Frontera, habló en Mañanas BLU sobre las consecuencias ambientales que dejó el atentado número 45 en lo que va del año al oleoducto Caño Limón Coveñas, esta vez en el municipio de Teorama, Norte de Santander.
“El daño es realmente alarmante. Tenemos identificado un impacto sobre 110 predios en Teorama, 136 en El Tarra y 96 en Tibú”, sostuvo.
Asimismo, señaló que entre el punto de derrame y el punto de control de Ecopetrol en la Gabarra hay un recorrido de 107 kilómetros, lo que calificó como “verdaderamente alarmante”.
Esto, según Angarita, implica una afectación muy grave al ecosistema, el recurso hídrico, la fauna, la flora y el suelo en el departamento de Norte de Santander.
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Agregó que, inicialmente, se habla de un total de 2140 hectáreas afectadas en varios puntos de este departamento fronterizo con Venezuela.
Dijo, además, que las autoridades ambientales están realizando todo el balance para poder determinar el grado de daño y así poder empezar con las labores de recuperación.
“Estamos evaluando verdaderas posibilidades de reacción en los atentados permanentes contra el oleoducto. Ya son 45 atentados en lo que va de 2017”, agregó.
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