El Gobierno nacional está hablando abiertamente sobre la posibilidad de desarrollar el café de la variedad robusta en algunas regiones del país, un giro en la política de un país que es reconocido mundialmente por la producción del café suave de la variedad arábiga.
En sus 840.000 hectáreas de café que tiene Colombia se producirán unos 11.1 millones de sacos en el año cafetero, según las proyecciones de la Federación Nacional de Cafeteros. El Gobierno propuso a los cafeteros la meta de aumentar el área sembrada hasta un millón de hectáreas.
“Estamos pensando en el robusta, por ejemplo, para el Pacífico, el tema de la transformación territorial y la política antidrogas, también tenemos unas iniciativas de robusta en la llanura, tenemos que precisarlo, sentarnos con los privados, con los agricultores, con los territorios y poder iniciar. Ya iniciamos unas primeras alianzas de robusta con unas empresas que ya han venido mostrando resultados, así que esa es una línea que nos puede ayudar también a ganar terreno en temas de sustitución de importaciones de café”, explicó la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica.
Durante su intervención en el Congreso Cafetero, la máxima instancia de la Federación Nacional de Cafeteros, invitó a los cultivadores a pensar en este tipo de café como una fuente de desarrollo económico y social, por ejemplo, para comunidades negras en el Pacífico. De hecho, habló explícitamente de alianzas con compañías trasnacionales que están o en curso o bajo análisis.
Publicidad
Sin embargo, Mojica dijo que la estrategia no es para todo el país sino para lugares específicos, que deberá tener condiciones e ir amarrada a cambios que lleven al país de la exportación de sacos de café verde a la creación de valor agregado y cafés especiales. En esa dirección el Gobierno analiza la cofinanciación de una planta de liofilización de café en Pitalito (Huila).
Una planta de liofilización convierte el café tostado y molido en café instantáneo y, en Colombia, solo existe una planta de este tipo: la planta de Café Buendía (de la Federación Nacional de Cafeteros) en Chinchiná (Caldas).
Publicidad
El Gobierno anunció también el lanzamiento de un programa para subsidiar hasta el 30 % de los insumos agrícolas de los cafeteros para mitigar los efectos del fenómeno de El Niño y la continuación en 2024 de los planes de renovación de cafetales a través del ICR.
“La renovación es una tarea que se ha abandonado en los últimos años, los últimos gobiernos no apostaron a la renovación y eso se profundizó por la bonanza cafetera que hubo en los últimos tres años. Este es el momento de la renovación, la renovación del café es una urgencia, si no renovamos, cada vez el sector va a seguir perdiendo y sobre todo van a seguir perdiendo los caficultores”, agregó Mojica.
Le puede interesar: