El 1 de noviembre de 1998 cerca de 1.200 guerrilleros de las Farc se tomaron la capital del Vaupés, donde destruyeron la estación de Policía, asesinaron a 11 civiles y 30 miembros de la fuerza pública y secuestraron a otros uniformados.
“Que los responsables de esa toma se presenten ante las víctimas, reconozcan su responsabilidad y pidan perdón por lo ocurrido", dijo.
El funcionario dijo que este fue un hecho “mayúsculo de la violencia y victimizó a toda una población".
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“Se debe mirar ese episodio dramático con el respeto, la dignidad y la justicia que amerita el sufrimiento de tantos hombres y mujeres", agregó.
Rivera estuvo acompañado por Yolanda Pinto, directora de la Unidad para las Víctimas, y dijo que se debe dejar una hoja de ruta para la restitución de los derechos de quienes fueron afectados por el conflicto armado.