El Gobierno nacional y el Estado Mayor Central Farc-EP, es decir, las disidencias de ‘Iván Mordisco’, anunciaron la instalación oficial de la mesa de diálogos de paz el próximo 8 de octubre en el municipio de Tibú, en la región del Catatumbo, Norte de Santander.
Este proceso ha contado con el respaldo y acompañamiento de actores clave, como el representante en Colombia del secretario general de la ONU, la MAPP-OEA, la Conferencia Episcopal y el Consejo Mundial de Iglesias, así como la presencia de varios países como testigos en etapas fundamentales de la preparación.
La noticia más alentadora es la declaración de Iván Losada, en representación del Estado Mayor Central Farc-EP, en la cual reafirma la decisión de mantener un cese de acciones ofensivas hasta la instalación de la mesa de diálogos. Esta decisión adquiere una importancia vital en un momento en que las tensiones armadas en Argelia y Playa Rica, en el Cauca, han causado preocupación en la región.
“Estamos seguros de que el respeto a la población civil y sus derechos como base de la paz y de las transformaciones territoriales seguirán siendo el norte de este proceso”, señaló en un comunicado la delegación de paz del Gobierno.
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A medida que se instala el mecanismo de veeduría, monitoreo y verificación, se mantendrán las comunicaciones bilaterales para abordar cualquier situación delicada que pueda surgir en el camino hacia la paz.
“La delegación de la mesa de diálogos de nuestro Gobierno ratifica el indeclinable propósito de avanzar en acuerdos que permitan beneficiar a las comunidades y alcanzar el anhelado bien de la paz para todos los colombianos con justicia social y ambiental”, finaliza el comunicado.
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