En medio de la creciente crisis de orden público que afecta a los municipios de Sipí, Nóvita, Istmina y Medio San Juan en Chocó, el Gobierno nacional anunció el inicio de la segunda fase de la "Misión Paz". Esta iniciativa liderada por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz tiene como objetivo fortalecer las iniciativas de paz y brindar apoyo a las comunidades afectadas, desplazadas y confinadas por los enfrentamientos entre el ELN y las AGC.
Y es que los habitantes de esta región continúan sufriendo las consecuencias de los combates, así como la presencia de minas antipersonal, retenes ilegales y amenazas que dificultan la libre circulación del transporte público y las embarcaciones civiles en los ríos locales. Es importante recordar que, de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario (DIH), ninguna operación armada debe afectar a la población civil ni utilizar a personas o infraestructuras civiles como escudos o blancos militares.
“Las informaciones sobre la presunta acción conjunta de miembros de la fuerza pública con grupos irregulares han sido tramitadas con prontitud, con base en indicios y elementos probatorios. Ni la doctrina del enemigo interno ni estrategia encubierta alguna tienen cabida en la política de paz, la política de seguridad, o en la política socioeconómica y ambiental del presente Gobierno”, dice el comunicado del comisionado de Paz.
En el centro de estas políticas se encuentra la protección de la vida de los ciudadanos. Por ello, la “Misión Paz” se mantendrá al lado de los desplazados y confinados en Sipí y San Juan, apoyando sus esfuerzos por construir la paz con justicia social y ambiental. Además, se contempla la posibilidad de ingresar a los territorios afectados a partir del 4 de julio, con la presencia de grupos ciudadanos, representantes de la iglesia y organismos multilaterales que respalden los esfuerzos de paz.
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“La paz se construye en el seno de la sociedad, y son las voces y las historias de las comunidades las que orientan la implementación de aplicaciones específicas del DIH, así como la búsqueda de alternativas integrales para superar los ciclos de violencia armada”, agrega el texto.