En melgar, Tolima, estudiantes de las instituciones educativas Kualamana y Sumapaz, de los grados octavo, noveno, décimo y once, fueron los beneficiados con los equipos tecnológicos, los cuales impactaron a la comunidad académica y a las familias que no disponen de los recursos para acceder a un computador portátil.
Son centenares de historias las que se viven en los municipios del Tolima, y Melgar no es la excepción. Aunque el transporte escolar funciona en esta localidad, muchos estudiantes deben caminar más de dos kilómetros desde sus casas hasta la institución educativa, otros viajan en moto y algunos abandonan el estudio por la necesidad de trabajar y ayudar en sus hogares. “Nosotros vivimos en el 17 de Enero y la vida está muy dura. A veces toca con una sola agua de panela, pan y huevo, pero eso no es obstáculo para que mis hijos estudien. Ellos se van a pie o el vecino los lleva en moto, pero la meta es que se gradúen, y ahora, con este regalo, van a ser profesionales”, relató Marleny Suárez, madre de familia.
El mensaje para niños, niñas, jóvenes y adolescentes es que, con este regalo, su calidad educativa debe mejorar, y, de la mano, contribuirán a la reducción de la brecha digital. “Estos equipos permitirán que nuestros niños puedan potenciar su estudio y, ahora con recursos tecnológicos, pueden pensar en no desertar y llegar a la universidad”, dijo Pablo Ortega, tío de un joven beneficiado.
La entrega de los 500 portátiles cambió la cotidianidad estudiantil, ya que, al tener acceso a computadores nuevos, los estudiantes pueden actualizarse y potenciar su aprendizaje para realizar sus tareas, investigaciones y ejercicios escolares. “Es una gran iniciativa para que los niños sigan estudiando, se sigan educando y, a futuro, no empiecen a desertar, porque las herramientas informáticas son muy importantes”, agregó Astrid Viviana Pardo Morales, madre de familia.
Los estudiantes beneficiados tienen entre 10 y 16 años. Muchos de ellos solo habían visto computadores portátiles en oficinas y nunca imaginaron tener uno en casa. “¿Cómo no expresar gratitud hacia los docentes, el colegio, el rector y el alcalde? Me siento muy agradecido por este regalo. Lo cuidaré al máximo”, manifestó Cristian Mateo Mora Pardo, joven beneficiado.
Las salas de cómputo de ambas instituciones educativas también fueron dotadas para que los estudiantes de otros grados puedan acceder a ellas. “Es una herramienta que les servirá para mejorar su futuro, su aprendizaje, su formación educativa y su rendimiento académico. Muchos de ellos quieren ser profesionales, llegar a la universidad, y este es un primer paso”, puntualizó Rodrigo Hernández Lozano, alcalde de Melgar.