
"Estoy vivo por un milagro de Dios", fueron las palabras de López, el único soldado que resultó ileso a un accidente en Nariño que produjo la muerte de nueve de sus compañeros.
López no sufrió heridas, pero aseguró que no podrá olvidar los lamentos y gritos de sus compañeros, quienes pedían que los sacaran y no los dejaran morir en ese lugar.
“Los desgarradores gritos y lamentos de mis compañeros son como uno grabar un casete o aprenderse una canción, nunca se me van a olvidar, son palabras que quedaron en mi mente y quedaran para siempre, porque fueron palabras muy tristes. Si yo hubiera caído a la profundidad del abismo no habría logrado buscar ayuda para mis compañeros porque estaba nublado y lloviendo muy fuerte. Es una zona muy solitaria y, a pesar de que pasaban carros, yo estaba gritando por ayuda, pero no podían escuchar”, conto en exclusiva a Blu Radio López.
El hecho ocurrió el pasado domingo 23 de febrero en el sector de la Columpia, en la vía que del corregimiento de Junín conduce al municipio de Barbacoas, en la subregión del Telembi.
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Durante su relato, López dijo que estuvo más de 20 minutos tratando de salir del abismo de más de cien metros de profundidad hasta donde rodó el camión que los recogió en el municipio de Barbacoas y que tenía como destino la ciudad de Tumaco .
Este militar, oriundo del departamento de Antioquia, dijo que recuerda bien lo sucedido. Estaba en la parte trasera del camión y sentía como el conductor trataba de estabilizar a punta de cambios el automotor, pero que nunca pensó que se tratara de una falla en el sistema de frenos.
“Nosotros estábamos por órdenes del comando superior en el municipio de Magui Payan, que nos envió a esa zona de Nariño a prestar operaciones de seguridad”, dijo López, quien aseguró que desde hace nueve años hace parte de ese grupo de soldados profesionales.
“Veníamos tranquilos, porque habíamos terminado el periodo de operaciones de seguridad y ya estábamos rumbo a Tumaco, en donde nos iban a dar algunos días de permiso para visitar a nuestras familias. Todo trascurría normalmente, veníamos hablando cosas de la vida para no quedarnos dormidos y para estar pendientes, porque esa zona es muy compleja por la presencia de grupos armados ilegales. Durante varios minutos estaba dialogando con mi dragoneante Peña y otros compañeros que, lamentablemente, fallecieron y que están en un nuevo mundo”, dijo López.
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Durante el trayecto, el militar dijo que todo era normal y solamente cuando entró a la curva dijo que sintió que el conductor comenzó a bajar los cambios aceleradamente en señales, de pronto, de una falla de frenos o una falla mecánica.
"El conductor intentó maniobrar, pero fue imposible porque es una bajada y el personal que llevaba a bordo nunca nos percatamos porque pensamos que el conductor iba a tomar una buena decisión y recuperaría el control del camión, pero tristemente no pudo por la velocidad que le cogió el carro y pues sucedió lo trágico. Fueron segundos, minutos de total angustia, momentos dolorosos muy tristes. Yo caí mucho antes que el carro y logré subir a la superficie a buscar ayuda o coger señal de celular para llamar al batallón, pero no pude conseguir señal”, dijo en su relato el soldado López.
Durante su narración, el militar aseguró que, cuando llegó a la superficie, venía un carro y precisamente venia pasando el alcalde de Magui Paya con su esquema de seguridad.
“El amablemente me colaboró y le pedí que fuera a una base que había en el sector de Carcuel y, efectivamente, a los 20 minutos llegaron las ayudas", recordó el soldado profesional.
Agradece a quien le ayudó
"Le debo mucho a los civiles que nos ayudaron antes de que llegara el apoyo del batallón, porque con ellos logramos sacar a varios de los compañeros que están heridos y ya cuando llegó el apoyo, Bomberos, Defensa civil y Policía, se logró poner a salvo a los demás militares", enfatizó.
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“Yo no me lance del camión, yo iba normal en la parte trasera, pero cuando el carro comenzó a dar vueltas, como que me sacó y gracias a Dios conté con esa suerte de que me expulsó a una parte intermedia y así pude salir a buscar ayuda para mis compañeros. Sentí desespero e impotencia, porque no pude hacer más, lloré y pedí a Dios que salvara a mis compañeros porque todos somos una familia desde hace nueve meses que estoy con ellos, hasta tengo compadres y muy buenos amigos, afirmo López.
“No gritaban uno o dos, gritaban bastantes"
"Éramos 36 seres humanos que veníamos en el camión, todos compañeros, todos comemos del mismo plato, todos sabemos de lo de todos, por eso sentí impotencia, porque quería ayudar a todos, pero no podía y si ayudaba a uno otro se me quedaba fueron segundos de mucha pero mucha impotencia”, aseguró López.
Dijo el militar que casi tres días después de la tragedia no se explica porque no le pasó nada y dijo que es un milagro, porque nadie entiende como no tuvo un solo rasguño y salió ileso.
"Las cosas de Dios son perfectas. Hemos pasado muchos retos, desafíos, pero nada comparado con lo que viví esa noche del 23 de febrero, cuando por cosas del destino perdí a varios de mis compañeros con quienes teníamos una excelente relación de hermandad militar y amista muy profunda", señalo López, quien indicó que se mantendrá firme en prestar su servicio a la nación. Es una situación muy compleja, porque es aquí donde uno se quiere multiplicar y ayudar a los 33 compañeros a la vez y no poder hacer nada eso es muy triste y mas por las familias que están esperando a sus seres queridos”, manifestó el militar.