Este posible movimiento no solo impactaría a la economía colombiana, que depende en gran parte de esta empresa, sino que también plantea interrogantes sobre las implicaciones políticas y económicas para Venezuela .
Monómeros, que alguna vez fue considerado un activo estratégico tanto para Colombia como para Venezuela, ha enfrentado escándalos de corrupción y una gestión deficiente en los últimos años. El director de Armando Info, Roberto Denis, habló en Sala de Prensa Blu, sobre el impacto que tendría la venta en esta empresa para ambos países.
La empresa Monómeros ha estado en el centro de la controversia desde la administración del reconocido opositor Juan Guaidó en Venezuela. La empresa fue entregada a una directiva ligada a la oposición por el expresidente colombiano Iván Duque, lo que generó incertidumbre sobre su futuro y manejos. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro, tras sus elecciones, ha buscado devolverle el control a Venezuela. Esto ha suscitado alertas sobre la eventual venta de esta empresa.
“Monómeros produce el 30 % de los fertilizantes en Colombia y representan el 80 % de ese mercado en el Atlántico”, señaló Roberto Denis, director de Armando Info.
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Las especulaciones sobre la urgencia en la venta de Monómeros giran en torno a justificaciones políticas y necesidades económicas. Con el temor de sanciones económicas bajo un posible nuevo Gobierno de Donald Trump, el régimen de Nicolás Maduro podría estar buscando liquidar activos estratégicos para asegurar flujo de caja inmediato. Sin embargo, las condiciones del mercado no favorecen una venta a precio justo, lo cual anticipa una posible pérdida patrimonial significativa para Venezuela.
“Yo creo que esto tiene un componente político y un componente quizás de urgencia económica. El componente político es que bueno, es evidente que las relaciones entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro no están en su mejor momento, digamos, tras lo que pasó en Venezuela después del veintiocho de julio, el fraude electoral que ocurrió ese día y la reacción que ha tenido Colombia con respecto a ese proceso”, indicó Roberto.
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La posible venta de Monómeros destaca la complejidad de las relaciones entre Colombia y Venezuela, así como las tensiones políticas y económicas de ambos países. A medida que se desarrollen los acontecimientos, será fundamental observar cómo los actores involucrados navegan por esta turbia negociación que tiene el potencial de cambiar no solo el futuro de Monómeros, sino también la esfera agrícola en Colombia y la gestión de activos venezolanos en el exterior. La expectativa está en que la comunidad internacional preste atención a estas dinámicas y cómo pueden repercutir en la seguridad alimentaria y la economía de la región.
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