Estados Unidos reiteró su reconocimiento a Colombia como líder regional en la lucha contra el narcotráfico, otorgándole la certificación presidencial para el año fiscal 2025. Este aval subraya la importancia de la cooperación bilateral entre ambos países, destacando a Colombia como una pieza clave en la estrategia para combatir el tráfico de drogas ilícitas y desmantelar las redes criminales asociadas en la región.
Durante el año 2023, Colombia logró importantes avances en esta área, incautando más de 841 toneladas métricas de cocaína, lo que representa un aumento del 10 % respecto al año anterior. Estos resultados son reflejo del compromiso continuo y la eficacia de las políticas implementadas conjuntamente, que buscan no solo reducir la oferta de drogas, sino también mejorar las condiciones de vida en las zonas más afectadas por estas actividades ilícitas.
El Diálogo de Alto Nivel entre Colombia y Estados Unidos, llevado a cabo en mayo de 2024, se mencionó como un mecanismo esencial para la consolidación de nuevas métricas de evaluación del progreso en esta lucha. Este enfoque refleja una visión compartida y un compromiso renovado para abordar las problemáticas de seguridad y desarrollo desde un ángulo más humano y de salud pública, ampliando la colaboración a áreas como el combate a los delitos ambientales que incluyen la minería ilegal y la producción de cocaína.
Daniel García-Peña, embajador de Colombia en Estados Unidos, enfatizó la importancia de esta certificación como una demostración de la "continuidad de una alianza estratégica y robusta con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico". Según García-Peña, la certificación no solo reconoce los esfuerzos de Colombia en el campo de la seguridad, sino que también subraya la importancia de un enfoque integrado que vincula la justicia y el desarrollo sostenible.
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Además, el documento de certificación de este año muestra un cambio en el lenguaje utilizado, resaltando de manera positiva la estrategia antidrogas presentada por Colombia en 2023. Este nuevo enfoque, junto con la visión a largo plazo de diez años, posiciona a Colombia no solo como un líder en la lucha contra el narcotráfico, sino también en la protección del medio ambiente y en el desarrollo de una estrategia regional que busca la sostenibilidad y la paz social.