Catalina Ortíz, familiar de un hombre presentado por el Ejército como supuesto guerrillero, reconoció en Mañanas Blu, cuando Colombia está al aire, la importancia que tiene para ella y su familia haber conocido la verdad sobre la muerte de su hermano en medio de las audiencias realizadas en Dabeiba y Medellín, en Antioquia, por los denominados falsos positivos.
"Para estas audiencias fue un proceso de preparación de 7 u 8 meses, mental y psicológicamente para estar al frente de ellos, no fue fácil. Estar en esta posición es muy difícil, la de ellos también, pero a nosotros era a quien más nos dolía. Escuchar la verdad fue impactante, pero era algo que necesitábamos. Fue un momento de mucho dolor, nos abrazábamos entre las familias", relató Catalina.
Además, contó vivieron todo el tiempo en el que no sabían que había sucedido con su hermano, un joven de 22 años al que, según dijo, le encantaba el deporte: "Nosotros comenzamos a buscar y en ese entonces Medellín se consideraba muy insegura. Mi papá se dedicó de lleno a recorrer las calles de Medellín, a buscar en varios municipios. Lo publicamos en los medios, en todos lado, intentando tener noticias de él", señaló.
Por otra parte, cuestionó la posición que tomaron las instituciones cuando comenzaron a destaparse los casos de los denominados falsos positivos: "Para las instituciones eran hechos aislados, pero son más de 6.000 jóvenes en el país en estas condiciones. Se suponía que (los soldados) estaban en una institución que protegía los derechos, pero eran jóvenes, querían ascender, comida, una retribución económica y se apegaron a eso, quisieron escalar de esa manera", aseveró.
"Cuando uno está en esta condición (la de víctima), para el otro hacerse a un lado y pasar la página es mucho más fácil que asumir un compromiso. Esperamos que las personas implicadas acudan a la JEP y hagan parte del programa de la verdad", continuó.
Finalmente, Catalina reconoció que uno de los momentos más difíciles con la muerte forzada de su hermano fue cuando les comunicaron la noticia de que, supuestamente, era guerrillero y había sido dado de baja en medio de combates: "Nos hicieron la llamada de la Fiscalía y nos dijeron que era un guerrillero muerto en combate, fue el impacto más grande de todos, al saber que mi hermano nunca empuñaría un arma, eso era increíble. Mis papás se hicieron pruebas de ADN e hicieron el reconocimiento y para ellos también era imposible creerlo", relató.
Publicidad
Este testimonio de Catalina, víctima de los falsos positivos, se da luego de que en una audiencia de la JEP, adelantada en Dabeiba, occidente de Antioquia, exmilitares reconocieran haber cometido 49 falsos positivos, 17 de ellos con personas habitantes de calle.
Publicidad