El presidente de Gasnova, Alejandro Martínez, expresó su preocupación por el grave riesgo de desaparición de los subsidios para la compra de cilindros de gas licuado de petróleo (GLP), los cuales benefician a más de 670.000 personas de estratos 1 y 2 en seis departamentos del país: Nariño, Putumayo, Cauca , Caquetá, San Andrés y Amazonas.
La crisis se debe a la situación presupuestal del país, ya que este año el gobierno aún tiene pendientes de pago 45.000 millones de pesos. Desde julio, no se han realizado los giros correspondientes, lo que pone en jaque la continuidad de este subsidio que las personas utilizan para cocinar. Según Martínez, el Ministerio de Minas está dispuesto a cubrir los pagos, pero falta la aprobación del Ministerio de Hacienda, que responde que no tiene los recursos disponibles.
El presidente de Gasnova subrayó que el gremio no cuenta con un "plan B" e hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para que se resuelva esta situación lo antes posible. De no cumplirse con los pagos, la desaparición de este subsidio tendría un grave impacto social, económico y de salud. Las familias beneficiarias del subsidio, especialmente las de estrato 1, que actualmente reciben un apoyo del 50 % del costo del cilindro, se verían obligadas a asumir el costo total del servicio, que oscila entre los 75.000 y 88.000 pesos. Esto podría significar un doble gasto para los hogares más vulnerables, afectando directamente su presupuesto mensual.
Además del impacto económico, el gremio advirtió que muchas familias podrían verse obligadas a recurrir al uso de leña, lo que no solo aumentaría el riesgo de enfermedades respiratorias debido a la contaminación, sino que también tendría consecuencias negativas para el medio ambiente y la salud pública.
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