Manizales, la perla del Ruiz y la ciudad de las puertas abiertas. En esta urbe de calles angostas y colinas empinadas hay una serie de enemigos silencioso que acechan y amenazan seriamente la salud mental de sus habitantes.
Un enemigo que ataca principalmente a los jóvenes, entre los 18 y 28 años, en los entornos universitarios: "Tiene que ver mucho con los estereotipos a cumplir. De manera cultural, Manizales es ostentosa, demuestra falsa riqueza y eso se hace sentir que la gente debe imitar para avanzar", dice Daniel Restrepo, quien estudia odontología en la Universidad Autónoma de Manizales.
La tarea no parece fácil de resolver en cifras, según 'Manizales Cómo Vamos', un 7 % de la población señala sufrir problemas de adaptación, el 8 % trastornos bipolares, el 16 % depresión y un 28 % ansiedad. Para Juan Gabriel Buitrago, médico psiquiatra y director de la clínica de salud mental FundaPaz, esto responde a varias razones: "Después de la pandemia se aumentaron trastornos como la depresión, la ansiedad y el estrés, esto hace que las personas cambien su personalidad y forma de interactuar con las personas".
"La situación está generando hospitalización por trastornos relacionados con la salud mental, que aumentaron cerca del 30 % durante el último año. De las 10 causas de solicitud médica en Manizales más urgentes, seis son de atención psiquiátrica: la primera es la depresión, la segunda la ansiedad, siguen los trastornos bipolares, el consumo de sustancias psicoactivas y la esquizofrenia", puntualiza.
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Un nudo que intenta desenredar la academia en una de las ciudades donde paradójicamente están mejores índices de calidad de vida: "Generalmente los presupuestos de las administraciones para este tipo de situaciones son muy escasos, las secretarias de salud deben invertir más", añade en entrevista Carlos Eduardo Jaramillo, presidente del sistema universitario de Manizales.
Aunque la ciudad cuenta con más de 600 puntos de escucha y la línea 123 para atender los ciudadanos psicológicamente, los esfuerzos para expertos y la academia aún son insuficiente.
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