Betsabé Espinal, considerada como la Juana de Arco colombiana, fue la promotora de esta protesta en la que ella, junto a cuatrocientas obreras de la entonces Compañía Colombiana de Tejidos, actualmente Fabricato en el municipio de bello Antioquia, pararon sus máquinas de hilar.
Cansadas de las extensas jornadas laborales, las condiciones indignas de las fábricas y la explotación sexual por parte de sus capataces, estas"señoritas" alzaron su voz tanto en pro de sus derechos laborales como en defensa de las mujeres.
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"Este hecho se constituye en una suerte de paradigma para los trabajadores en Colombia, porque estas mujeres rompieron con el modelo empresarial de la época que se encargaba de explotar la mano de obra”, dijo el docente y director del Centro de Historia de Bello, Reinaldo Spitaletta, quien aseguró que estas huelgas sindicalistas fueron fundamentales en la construcción del sistema laboral actual que permite flexibilidad horaria y sistemas pensionales, entre otros derechos a los trabajadores.
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