El exministro de Comercio Industria y Turismo Jorge Humberto Botero, es uno de los más de 600 firmantes de la carta que lleva por título ‘Defensa del Estado de derecho y la democracia’, en la cual varias personalidades del sector político y otros expusieron su preocupación por el rumbo que está tomando el país por cuenta de decisiones del Gobierno respecto a, por ejemplo, el cese al fuego con grupos armados ilegales, la propuesta de una constituyente, el desarrollo económico, entre otras.
En diálogo con Mañanas Blu, Botero comentó que el manifiesto corresponde a lo que hoy vive el país. En los varios puntos que tiene, detalló, hablan de “la amenaza” de una constituyente y lo que esto podría desatar, por lo que piden respeto. De acuerdo con el exfuncionario, el presidente Gustavo Petro, con su propuesta, no está buscando un acuerdo nacional, sino todo lo contrario.
“En otra época, quizás un par de años atrás, hubiera sido inconcebible que apareciera un manifiesto por el estado de derecho y la democracia, que así se llaman y en realidad el título corresponde cabalmente, no solo al texto, sino a la realidad del país. Pende sobre las instituciones del país una amenaza, la amenaza de lo que el presidente Petro llama el pueblo constituyente, el pueblo o el sector del pueblo que él moviliza, que pretende movilizar en las calles, en las universidades públicas, en los sindicatos estatales, en las primeras líneas, para nada distinto de derrocar las instituciones. El presidente no está buscando ningún acuerdo nacional, el papel que se le asigna al ministro Cristo es apenas distractor”, aseveró.
El exministro dijo que lo que realmente pretende el jefe de Estado es sustituir la Constitución actual por otra y “no por las vías que la propia Constitución establece”, lo cual “genera una alarma terrible”. En ese sentido afirmó que, además de este punto, hay otros que el manifiesto toca y uno de estos “tiene que ver con el desastre de la denominada paz total”.
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“Hemos entregado paulatinamente buena parte del territorio nacional, sobre todo en las zonas periféricas, a unos grupos armados cuyos móviles políticos son más que cuestionables y lo hemos hecho a través de una medida totalmente absurda: ceses al fuego. O sea, suspensión del ejercicio elemental de la fuerza pública, que es controlada la orden pública a cambio de nada. En el Gobierno del presidente Santos se hizo un cese al fuego al final de un acuerdo para poder facilitar la desmovilización. Todas las lecciones que se aprendieron por el país para negociar acuerdos de paz se perdieron en este Gobierno”, expresó Botero en Blu Radio.
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