Tras la cancelación del Jamming Festival por “motivos de fuerza mayor”, muchos emprendedores y empresarios han publicado a través de redes sociales que no saben qué hacer y piden respuestas a la organización por el dinero que invirtieron en el alquiler de carpas y espacios en el festival para vender sus productos.
Este es el caso de Juan Carlos Lozano, un empresario que alquiló cuatro puestos al frente Playa Hawái para vender lechona, ahora, pide la solidaridad de los ciudadanos y visitantes que ya se dirigían a Ibagué o están allí, para que le compren platos a $12.000.
Lozano explicó en Meridiano BLU que están ubicados en la parte de afuera del Jamming, donde también hay varios puestos que venden tamales, carne y más.
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“En un campamento alterno. Los valores para alquilar las carpas eran inferiores a los internos del Jamming, cuatro millones de pesos (…) Vamos a vender para intentar recuperar una parte de lo perdido, porque no solo es la plata del arriendo, sino la inversión para la comida”, dijo.
Sorpresa por anuncio de aplazamiento
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“Nos enteramos por los medios locales. Empezó a sonar el rumor y no lo podíamos creer, teníamos todo listo, la logística, estufas, mesas, todo. Bloquearon todos los grupos de comunicación con ellos”, expresó el empresario.