En Medellín hay dos delitos que más les preocupan a sus ciudadanos. Por un lado, el robo a las personas en la ciudad se ha convertido en el delito que más se comete, pues en lo corrido del 2023 se han registrado más de 21.000 robos, un aumento del 11% con 2105 casos más si se compara el mismo periodo de 2022. Esto significa que se han registrado 83 casos por día.“La seguridad está pésima. Mucho robo, abren los bolsos, sacan los celulares, la plata. Está peligroso Medellín, la inseguridad está muy mal”, dice uno de sus habitantes.Por el otro, está el robo a motos con más de 4400 casos que se han presentado durante el 2023, un aumento del 7% si se compara con 2022, lo que significa que cada día se registran 17 casos.“Cada persona tiene que estar pendiente de sus pertenencias, no puede salir tranquilo. Las personas de tercera edad prácticamente tienen que venir acompañados porque tienen que estar pendientes de sus bolsos. Usted no ve seguridad, ni policías. Después de las 6 de a tarde usted está dispuesto a que le pase cualquier cosa en Medellín”, asegura otro ciudadano.Finalmente, el robo a las casas aumentó un 6% si se comparan las cifras de 2022 y 2023 a septiembre. En lo corrido de este año se han registrado 2063 casos.“Mucho ladrón, mucha inseguridad desde hace mucho tiempo. Casi los cuatro años, ya usted sabrá cuál es”, se queja otro ciudadano.Le puede interesar:
El miedo e incertidumbre se ha tomado varios sectores que antes solían ser tranquilos y seguros en Medellín, pues la basura se ve en muchas esquinas acompaña de ratas, la indigencia se ha disparado y es cada vez más evidente en varios puntos de la ciudad.Además, hay una pérdida de pertenencia por la ciudad por parte de sus ciudadanos, a tal punto que la icónica plaza de Botero tuvo que ser cercada para evitar ser vandalizada.“Mucha basura por todo lado. Medellín está cochina y así no era antes”, dice un habitante que camina por pleno centro de la ciudad.Aunque en Medellín se han logrado recuperar hasta 7 toneladas de material reciclable, aún hay puntos críticos de basuras.Hoy hay varias estrategias ciudadanas para recuperar el rostro bonito de la ciudad. Una de ellas es “Tacita de plata’ que busca concientizar a 29 mil habitantes para cuidar Medellín. Por medio del arte, los mismos jóvenes de las comunas intentan ayudar a que haya sentido de pertenencia y amor por la ciudad.Los ciudadanos buscan que el próximo alcalde tome medidas drásticas en asuntos como la administración y recolección de basuras en la ciudad, los habitantes de calle y una estrategia que devuelva a sus ciudadanos el cariño por la ciudad de la eterna primavera.Le puede interesar:
En Medellín hay una amplia comunidad de jóvenes que buscan salir adelante y hacerles el quite a las garras de las bandas criminales, es por eso que el arte se ha vuelto una herramienta para abrir la puerta a más oportunidades.Blu Radio y el Bus Colombia habló con varios jóvenes sobre el futuro de su generación y las peticiones que le tienen al siguiente alcalde de la ciudad.Uno de los principales problemas que tienen los jóvenes es el riesgo de caer en bandas criminales o consumo desmedido de drogas es alto en la infancia y adolescencia.“Jóvenes entre los 14 y 18 años se ven metidos en malos pasos porque los ven solos en las calles y les dicen ‘¿quieren ganar dinero fácil’?, porque así es como los enganchan con dinero. Lo que hacemos es llamarlos y decirles ‘mira esto puedes hacer y tener una mejor vida. ¿Y qué es eso? Es con la danza, el teatro, la percusión, fotografía, diseño gráfico que nosotros los activamos a que tengan una mejor vida”, dice Mariana Montoya, joven líder de la Comuna 8.A pesar de que una inmensa mayoría de los jóvenes paisas logra surgir y hacerles el quite a estas problemáticas: “Son muchos los jóvenes de Medellín que terminan en esos malos pasos, en manos de los grupos delincuenciales. Y no son mayores, sino jóvenes”.Otro tema que preocupa a los jóvenes en Medellín son las oportunidades de empleo. Para el segundo semestre de 2022, en Medellín y el Valle de Aburrá, había 99.000 jóvenes sin empleo.“Nuestra comuna es muy complicada en temas como las oportunidades laborales, porque los jóvenes generalmente no tienen mucha oportunidad de estudiar y prepararse, entonces es mucho más difícil competir en el campo laboral”, comenta Juan Fernández, joven líder en Medellín.Sin embargo, asegura: “Acá tenemos un dicho y es que nosotros somos personas que de la adversidad siempre sacamos algo bueno. Entonces si se da la oportunidad de estudiar para los jóvenes, así como una oportunidad laboral para el campo empresarial o van a tener la oportunidad de montar un emprendimiento que les permita obtener un sustento estable es un camino diferente”.Ante las adversidades los jóvenes han encontrado otros caminos para surgir.“Nosotros creemos que el arte y la cultura son el eje transversal que cambia vidas y eso es lo que necesitan los jóvenes en la ciudad de Medellín para transformar su vida, su territorio, su plan, su proyecto de vida”, dice Kevin Arenas, joven.Pero advierte que el apoyo a iniciativas artísticas: “Está un poco segmentada o reducida a lo que se necesita y lo que se busca es ampliar esas oportunidades para abarcar más jóvenes y quitárselos a la violencia. El siguiente alcalde lo que debe hacer es profundizar esas políticas para ayudar y dar las oportunidades que requieren los jóvenes para cambiar sus vidas”, concluye.Le puede interesar:
Ante las elecciones regionales que se avecinan el próximo 29 de octubre, los jóvenes en Montería, Córdoba, esperan que de mano de los futuros gobernantes lleguen aires de cambio, y es que hoy a más de un ciudadano le preocupa la educación, tanto el acceso, como la calidad y la permanencia."La educación superior no solo afecta a los jóvenes aquí en Montería, sino en todo el departamento. Los jóvenes de los 30 municipios vienen a estudiar acá y no todos tienen acceso a esa educación. Es importante que ser empiecen a implementar programas de becas, que no sean paños de agua tibia, sino que sean efectivos para lograr que más tengan a acceso (...) Hay muchos jóvenes que luchan por tener un cupo en una universidad; por ejemplo: no tienen transporte ni cómo comer; es que hay una brecha en educación básica porque no es lo mismo una institución pública a una privada", dijo Leidy Maldaceda, estudiante de comunicación social.Otro tema que también preocupa a los jóvenes es la educación rural y las barreras que existen para aquellos que vienen lugares distantes del casco urbano: "Los jóvenes que viven en la ruralidad tienen, en su gran mayoría, dificultades para acceder a la educación teniendo en cuenta que hay una brecha gigante entre lo urbano y lo rural (...) No tienen las mismas garantías para acceder a la educación superior en la universidad de Córdoba", aseveró Iván Benítez, líder estudiantil.El tema de género e igualdad también es otro que les preocupa a los jóvenes en Montería"Hay cifras elevadas que muestran la violencia de género de la que somos víctimas las mujeres en nuestra cotidianidad. Son problemas que están presentes en nuestras comunidades que nos afectan directamente y que repercuten en el ámbito social, educativo y de salud, porque las mujeres no tenemos oportunidades en muchas ocasiones porque se nos limita simplemente por el tema de género. Muchas veces se naturaliza la violencia de género, es una problemática que aún se ve”, aseguró María José Negrette, consejera de juventud.Finalmente, la empleabilidad de los jóvenes sin duda no puede ser un tema que quede de lado en la agenda de preocupaciones.“Montería al ser ciudad capital no solo se vuelve receptora de cientos de jóvenes no sólo del bajo Antioquia, sino de la sabana y el sur. Ven en Montería una oportunidad para poder sobrevivir. Esta ciudad cuenta con muy pocas oportunidades de acceso al primer empleo joven, barreras que no solo se vuelven insostenibles, sino que dificultan que los jóvenes tengamos acceso al primer empleo. Adicionalmente encontramos el aumento de las economías informales que no dejan pocas opciones de que los y las jóvenes podamos trabajar dignamente”, aseguró Alexander Pacheco, líder juvenil.Le puede interesar
En la calle 30 con carrera 2, en pleno centro de Montería, se encuentra el quiosco de Richie Rey, un vendedor que lleva 52 años en la informalidad y que es uno de los más de 50 vendedores informales que tiene la capital de Córdoba."En Montería llevo 52 años viviendo y trabajando informal llevo 51 años aquí en la calle 30 con carrera 2”, dice este hombre que mide al menos 1.60, de piel morena y con acento cordobés.En esta ciudad, el 60 % de los trabajos que hay son informales y esa realidad es palpable caminando por las calles. Sin embargo, las condiciones laborales de estos trabajadores no son las mejores: "Uno tiene que estar preparado para todo lo que se presente, como aguaceros, temperaturas altísimas que sobrepasan los 40 grados”, dice Richie Rey.Unas cuadras más allá, en la calle 35 con carrera segunda, se encuentra la meca del trabajo informal en Montería. Allí, son decenas de puestos informales que venden desde zapatos, relojes, correas, hasta antigüedades y tratamientos para bajar de peso: "No tenemos todavía los mejores puestos porque estamos aquí en la calle, al agua, al sol”, dice uno de los comerciantes.Al tiempo de que otro menciona: "Buscamos que en cada Gobierno se mejoren las cosas, pero nada. Seguimos ahí en la misma lucha todavía”.Luis Martínez, director ejecutivo de Fenalco Córdoba, dijo que lo preocupante es quiénes están trabajando en esta modalidad: "La informalidad es mayoritariamente de jóvenes, que son oportunidades se dedican al negocio informal. Son tan frágiles los modelos de negocio que estos jóvenes terminan frustrados y fracasados en sus emprendimientos y esto es un caldo de cultivo para los grupos criminales”.En Montería el índice de informalidad es bastante alto, 10 puntos por encima de la media nacional, esto en últimas termina impactando la desviación de los recursos públicos je podrían ser invertidos en ayuda social, pero también cada vez son más los ciudadanos que tienen que vivir del rebusque para sobrevivir económicamente.Le puede interesar
Falta poco para que se viva una nueva jornada electoral en Colombia; por eso, desde varias regiones del país miles de ciudades piden que los nuevos gobernantes solucionen varias problemáticas que tienen azotadas a las familias, como es el caso de Montería, Córdoba, en donde la extorsión y el homicidio se convirtieron en el pan de cada día.Los habitantes de esta ciudad están cansados de los atracos diarios en varios sectores, uno de ellos el barrio Las Viñas, en el occidente de la ciudad, donde se han presentado varios atracos en los últimos meses, dejando a su paso algunas víctimas mortales."Aquí cada rato hay robos, atracos y hasta una persona mataron por quitarle una moto. Hoy en día todavía hay robos en los que les quitan el celular a la mujeres que pasan por la principal y así", dijo a Blu Radio, Jesús Alberto Suárez, presidente JAC del barrio Las Viñas.Crece la inseguridad en MonteríaLa inseguridad en las calles de Montería ha generado una reducción considerable en el consumo, afectando a todos los comerciantes, por el miedo de las personas de ser víctimas de atraco al desplazarse de un lugar a otro.Los negocios en la ciudad vienen experimentando un aumento en el número de robos, situación que se agrava cuando se le suma la extorsión de la que también son víctimas. Un flagelo que queda retratado en el silencio que guardan los comerciantes a la hora de hablar de seguridad.Y es que en Montería el grupo armado que atemoriza a la ciudad es el Clan del Golfo, que tiene presencia en la zona rural.¿Hay cambios?Pese que el panorama de seguridad no es el mejor, hay cifras que han ido cambiando positivamente en los últimos meses; por ejemplo: los homicidios se redujeron si se compara septiembre de 2021 con 2023, pasando de 18 casos a 8. Asimismo, el robo a casas descendió a 10 casos reportados en septiembre de este año, esto es 4 casos menos si se compara el mismo período de 2022. Finalmente, el robo de motocicletas también experimentó una reducción, pasó de 17 casos en 2022 a 6 casos en lo que va del 2023.Le puede interesar
Llegó el bus Colombia hasta los llanos del Meta. Esta vez el turno fue para Villavicencio, que, su ciudadanía, exige cambios de cara a las elecciones regionales del próximo 29 de octubre.Y es que sobre el borde del piedemonte llanero hay una ciudad que tiene sed: Villavicencio. En esta ciudad, que abre le puerta al país a lo llanos orientales y la Orinoquía, la deuda histórica sigue siendo la falta de agua.“Aquí la vaina es que tenemos agua por horas y a veces se va y uno no vuelve a tener ni una gota como hasta la tarde entonces toca llenar el tranqui ahí pa' tener alguito de líquido", aseguró José Fuentes, quien es militar (r) y vive en el barrio Porfía.El servicio que presta el acueducto es tan intermitente que durante semanas la gente ha tenido que soportar por día horas sin agua: "Hace como tres semanas se fue y eso durábamos hasta 12 horas sin nada entonces toca estar rogando que salga algo del acueducto comunitario".La situación es tan dramática que el 30 % de la ciudad funciona con acueductos comunitario. Para los expertos el futuro alcalde debe seguir un camino: "Acá lo que tiene que hacer la administración pública es apoyarse con los acueductos comunitarios para llegue el agua de manera frecuente, también toca mirar desde el piedemonte llanero desde que otras fuentes puede llegar agua a la ciudad", señaló Hanner Sabogal, administrador público.Los problemas con el acueducto son tan graves que cerca de 153.000 usuarios que viven en cinco comunas reciben el servicio con intermitencia.Esta es la historia en Villavicencio contada en Noticias Caracol:Le puede interesar
Aunque Cartagena se posiciona como una ciudad que ha venido tomando terreno en relación a la recuperación de empleos, los jóvenes aún tienen dificultades para acceder al mercado laboral.Según las últimas cifras entregadas por ‘Cartagena Cómo Vamos’, la tasa de desempleo en los jóvenes se ubica en 19,7 %, lo que significa que está dos veces por arriba que el desempleo general en la ciudad (10.9 %).En diálogo con los jóvenes de la ciudad se perciben preocupaciones en ese sentido, pero a eso se le suma que Cartagena es un epicentro turístico en que esa población quiere tener más protagonismo.“El proceso es mucho más difícil. Son pocas las personas de arriba que apoyan a los jóvenes cuando están iniciando en este en este proceso. Contamos con Los Picós que son una emisora ambulante que a los jóvenes de escasos recursos, que iniciamos este proceso musical, nos ayuda a mostrarnos”, dice Cecy Valdéz, joven cantante.En esa misma línea va el comentario de Brayan Álvarez, joven productor audiovisual, quién asegura que Cartagena es una ciudad llena de jóvenes talentosos que no han sido explotados.“En mi barrio Nelson Mandela hay muchos talentos, ahí tú puedes conseguir lo que sea, ahora si quieres conseguir algo malo también, pero no, esa no es la idea, la idea es que tú siempre consigas algo bueno. Tienes bailarines, productores, escritores, pintores, fotógrafos, hay mucho talento. Tal vez esos talentos no han explotado y es por la falta de apoyo. Hay mucha gente que va al barrio mostrando proyectos, pero al final se acaba el proyecto y los ‘pelaos’ quedan en lo mismo. Necesitamos una fuente de apoyo que sea constante, que los ‘pelaos’ tengan como esa mano amiga”, aseguró Brayan.Los jóvenes en Cartagena que no tienen oportunidades laborales o educativas terminan en las manos de las bandas criminales o el consumo irresponsable de drogas. Eduardo Saldana, un joven barbero, asegura que salió de allí, pero que son cientos de niños y jóvenes que se enfrentan a esta realidad.“Desde muy niño en el barrio se veía mucha delincuencia, droga, pandillas y consumo. A raíz de eso yo crecí en medio de eso. Nuestro padre por no tener un buen recurso tenía que estar en el trabajo, mientras que uno estaba solo en la casa y terminábamos en la calle. Uno empieza a dejar el estudio por andar en la pandilla, en cosas malas”, dijo.Finalmente, el empleo es algo que les preocupa mucho a los jóvenes en la heroica.“A pesar de que llegan muchos turistas aquí a la ciudad, en Cartagena también hay bastantes necesidades. Escogemos un gobierno para que ayude al pueblo y no se ve el trabajo, no se ve buen apoyo, no se ve tanto como artístico y cultural. Y si no hay eso los jóvenes terminan prácticamente en las drogas”, afirmó el DJ Yuselis.Le puede interesar "Proyecto de ley que cursa en el Congreso favorecería empresas de Clan Torres":
El próximo 29 de octubre se vivirá una nueva jornada electoral en Colombia. En diferentes regiones del país se elegirán alcaldes, gobernadores, entre otros funcionarios por los siguientes cuatro años; por eso, varios ciudadanos piden a sus próximos administradores una serie de requerimientos para fortalecer sus lugares de residencia, como es el caso de Cartagena.Por ejemplo, Luis vive en el barrio Boston, a tan solo 10 minutos del centro histórico de Cartagena. Vive en una casa hecha de tablas desgastadas de madera y rodeado de basura. Son las 11:30 de la mañana y por su boca no ha pasado ni siquiera un tinto.Luis hace parte de los más de 450.00 cartageneros que están en la pobreza en esta ciudad, una que recibe millonarios recursos por cuenta del turismo y otras actividades.La otra cara de Cartagena es esta, varios de barrios en los que se esconde la pobreza extrema de muchos de sus habitantes. Según los últimos datos publicados por Cartagena Cómo Vamos, la pobreza monetaria aumentó 1,1 puntos porcentuales. La situación se agravó para 16.172 cartageneros. En total, 454.829 cartageneros se encontraban en pobreza moderada en 2022Mientras que, la pobreza extrema, aumentó 2,6 puntos porcentuales, pasaron de 104.245 a 132.484 personas, por lo que 28.239 nuevos cartageneros entraron a pobreza extrema en 2022.Le puede interesar
Son varios los temas que le preocupan a los jóvenes en Barranquilla. En su paso por esa ciudad, el Bus Colombia encontró que las problemáticas están enfocadas en educación, seguridad y empleo.“De las problemáticas principales la educación es una porque ya se sabe que la educación es el futuro de todo. Necesitamos que la educación llegue a todos los lados y a todos los rincones de Barranquilla sin importar el estrato social”, dijo Mauricio Vega, estudiante de derecho en la Universidad del Atlántico.Además, Samuel Villazón, estudiante de derecho de la universidad Simón Bolívar, puso la lupa sobre otro tema que es el desempleo juvenil.“Queremos resaltar, primeramente, que el Gobierno local de Jaime Pumarejo ha hecho políticas necesarias para mitigar un poco la escasez de empleo para los jóvenes, pero no es suficiente. Todavía pedimos que se haga innovación en infraestructura, que sobre todo venga la inversión extranjera, la creación de empresas y oportunidades para que los jóvenes puedan emprender, crear empleos, innovar y sobresalir en Barranquilla, que la gran mayoría de esos jóvenes al no tener empleo y tampoco poder emprender sus propias empresas, toman caminos que no son favorables para la sociedad”, aseguró.Además, Valeri Bello, estudiante en Barranquilla, dijo que el tema que más le preocupa es la seguridad.“Nosotros los jóvenes a veces queremos salir a relacionarnos, jugar un partido, a entrenar, deportes y siempre está el caso de delincuencia en aquí en nuestra ciudad. En Barranquilla se ve la problemática que hay ausencia de CAI”, comentó.Finalmente, Santiago Bracho, estudiante barranquillero, habló del deporte y las necesidades en infraestructura que tienen él y sus compañeros.“Nosotros jugamos los partidos aquí en esa cancha de los sueños y jugamos bien, pero el problema es que la cancha tiene baches, la sintética está rota o algunas veces hasta ni siquiera hay tantas sintética acá porque uno se resbala y eso es puro piso. Uno se puede lesionar o se puede raspar. Y eso no es tan deportivo que digamos porque me está afectando a nuestra parte de bienestar y salud”, dijo.Le puede interesar: