Un destructivo terremoto de magnitud 8.4 y con 20 km de profundidad sacudió al país el 31 de enero de 1906. Los daños más notables ocurrieron en los departamentos de Cauca y Nariño en Colombia, y en la Provincia de Esmeraldas en Ecuador; sin embargo, fue sentido desde Bogotá hasta Manta, Ecuador.

En la mañana de ese miércoles, entre las 7:00 y las 9:00, se registraron dos sismos que al sentirse en la región alertaron a la comunidad y redujeron las víctimas mortales de este destructivo terremoto.

El movimiento telúrico tuvo como epicentro la costa Pacífica, su intensidad máxima fue 10 y ocasionó un tsunami, que, según testigos, alcanzó una altura de 2 a 5 metros. Las fuertes olas se llevaron a su paso personas, animales y viviendas de la costa entre Ecuador y Colombia.

El terremoto y el tsunami, en conjunto, dejaron aproximadamente 600 personas fallecidas, casas destruidas o averiadas, especialmente en los departamentos de Cauca y Nariño.

En el país se vieron afectados los municipios de Tumaco, Francisco Pizarro, Mosquera, Olaya Herrera, La Tola, El Charco, Santa Bárbara, Guapi y Timbiquí, donde muchas personas fallecieron ahogadas por las olas marinas.

Para Tumaco el desastre pudo ser mayor el efecto del tsunami, pero no fue así dado que ocurre bajo tierra y antes de llegar a la costa se encontró con dos islas.

Además, según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), a causa del tsunami, los ríos que desembocaban en el mar se represaron y esto los hizo "devolver", afectando a algunos caseríos a la orilla de los ríos. Sin embargo, estos no fueron los únicos efectos del tsunami, puesto causó un agrietamiento, levantamiento y hundimiento del suelo, licuación y deslizamientos.

Las réplicas de este terremoto de magnitud 8.4 se sintieron por los siguientes dos meses y de ellas se destaca una del 2 de febrero, que revivió el miedo en muchos corregimientos.

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