Hace 30 años, el 6 y 7 de noviembre de 1985, el Palacio de Justicia en Bogotá fue escenario de una sangrienta toma guerrillera y recuperación militar que dejó cerca de un centenar de muertos, incluidos once magistrados de la Corte Suprema, y una profunda herida que el país aún no cierra. (Vea también: C ronología: las 27 horas de terror de la toma y retoma del Palacio de Justicia ).
Uno de los momentos más dramáticos de la toma del Palacio de Justicia se vivió cuando el presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, pidió angustiosamente en radio: "necesitamos dramáticamente que cese el fuego, somos rehenes del M-19", mientras de fondo se escuchaba a los líderes de la toma asegurando que “se iban a morir” si no paraba el fuego. (Vea también: Fotos y videos: Así reportaron los medios la toma del Palacio de Justicia ).
Pese a los ruegos de Reyes Echandía y de su hijo, el actual ministro de Justicia, Yesid Reyes, el presidente Betancur se negó a pasar al teléfono e hizo caso omiso al ruego del magistrado.
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El asalto del Movimiento 19 de Abril (M-19) a plena luz del día en la Plaza de Bolívar, a pocos metros del Congreso y del palacio presidencial, estremeció a los colombianos que durante 28 horas asistieron horrorizados a la acción guerrillera y posterior recuperación a sangre y fuego del edificio que fue pasto de las llamas y reducido a escombros.
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El objetivo del comando de 35 miembros del M-19, que al mediodía del 6 de noviembre penetró disparando en el palacio y tomó como rehenes a más de 300 personas entre magistrados de la Corte Suprema y del Consejo de Estado, empleados y visitantes, era hacer un "juicio político" al entonces presidente colombiano, Belisario Betancur (1982-1986).
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Con EFE.