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Disputa por el aguardiente amarillo entre la Licorera de Caldas y Cundinamarca

Desde la Licorera de Caldas tenían proyectado aportar, a través de los impuestos en las ventas, 70.000 millones de pesos a la educación y salud de Cundinamarca.

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Aguardiente amarillo.
Foto: Facebook Licorera de Caldas.

Mauricio Vélez, gerente de mercadeo de la Licorera de Caldas, explicó en Mañanas Blu la disputa que tiene esa licorera con la de Cundinamarca luego de que se prohibiera la venta del denominado aguardiente amarillo en ese segundo departamento y en Bogotá.

Según indicó Vélez, la restricción a la venta del aguardiente amarillo de la Licorera de Caldas en Cundinamarca y en Bogotá se da para, de alguna manera, evitar la competencia: "Le estamos quitando ventas al Néctar, en Antioquia pasó algo similar, pero en Cundinamarca ya nos habían dado el permiso por 10 años", señaló.

De acuerdo con el dirigente de la Licorera de Caldas, esta prohibición a su producto en Cundinamarca los está afectando económicamente, más allá de las ventas que dejan de generarse: "Hemos invertido para posicionar la marca y, hasta ahora, todo eso se está viendo perdido".

Ante este panorama, indicó, están "dando la pelea para que el aguardiente vuelva a Bogotá y Cundinamarca", lugares en los que está prohibido el aguardiente amarillo en botella específicamente: "En caja creemos que lo vamos a ingresar, sin embargo, estamos mirando todos los temas legales".

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"El aguardiente amarillo, la verdad, ha sido un boom. (Entonces) la empresa de Licores de Cundinamarca, al ver la amenaza, nos cierra la puerta, porque le está quitando ventas al aguardiente Néctar", reiteró Vélez, especificando que la Licorera de Caldas recibió, en 2019, un permiso por 10 años para la comercialización del aguardiente amarillo.

"Es un aguardiente que empezamos a impulsar hace pocos años, 4 o 5, era una joya de la corona que no habíamos explotado y nos dimos cuenta que tenía un potencial inmenso. Entonces le cambiamos la imagen y comenzamos a comunicar que era el primer aguardiente de Colombia y las ventas se dispararon", complementa.

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Vélez reiteró que no entiende la razón de la prohibición, entre otras cosas, porque en el departamento de Caldas "pueden ingresar todos los aguardientes que quieran", como el Antioqueño o el propio Néctar que, añadió, "no lo comercializan porque no quieren".

Finalmente, aclarando que el aguardiente amarillo también aporta, por medio de los impuestos en cada venta, a la educación y salud de Cundinamarca, ítems para los que tenían proyectados aportes de 70.000 millones, Vélez aseguró que están, desde la Licorera de Caldas, moviéndose "con la Supercomercio, por que los consumidores tienen derecho a elegir su aguardiente".

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