La reciente participación de Salvatore Mancuso en un evento en Bogotá, organizado por la Unidad para las Víctimas ha generado una fuerte polémica a nivel nacional. Durante el encuentro, varias víctimas del exlíder paramilitar intentaron interpelarlo públicamente, lo que dio lugar a una controversia sobre si se les permitió o no expresar sus opiniones.
En entrevista con Mañanas Blu con Néstor Morales, Lilia Solano, directora de la unidad, defendió la organización del evento y negó que las víctimas hubieran sido silenciadas deliberadamente.
Solano fue enfática al aclarar que el evento no fue diseñado para centrarse en Mancuso, sino que se trató del "Encuentro Nacional de los Sujetos de Reparación Colectiva".
Asimismo destacó que el objetivo principal era avanzar en el proceso de reparación de las víctimas, y no dar protagonismo al exparamilitar, quien asistió en su rol de gestor de paz por un corto espacio de tiempo.
"El evento no era de Mancuso. El evento era el encuentro nacional de los sujetos de reparación colectiva. Hubiera sido una gran equivocación que hiciéramos girar todo nuestro evento alrededor de eso", afirmó Solano durante la entrevista.
¿Por qué no hablar en público?
Uno de los puntos más álgidos de la entrevista giró en torno a la decisión de la Unidad de Víctimas de no permitir que las víctimas interpelaran a Mancuso en público.
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Solano explicó que el formato se diseñó de esa manera para evitar un ambiente de confrontación masiva, dado que la situación de muchas de las víctimas sigue siendo extremadamente dolorosa y compleja.
"Estamos hablando de una señora que estaba en una condición en la que necesitaba sacar historias muy dolorosas, como la historia de su mamá, y no creo que estuviera dispuesta a exponerla ahí públicamente. Por respeto a las víctimas, nosotros queríamos proteger ese momento", explicó Solano.
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La directora también argumentó que la intención de la organización era crear un ambiente controlado para que las víctimas tuvieran la oportunidad de hablar con Mancuso de una manera más privada y menos traumática.
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"¿Cómo vas a exponer una situación tan dolorosa en una audiencia de 1600 personas?", se preguntó la directora.
La reparación integral como prioridad
A lo largo de la entrevista, Solano hizo énfasis en que la verdadera prioridad del evento era avanzar en la reparación integral de las víctimas. En este sentido, destacó que, más allá del espacio dedicado a la intervención de Mancuso, la jornada estuvo centrada en la entrega de cartas de reparación a comunidades que han sido víctimas del conflicto.
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"Lo que hicimos fue un acto para la reparación de víctimas de sujetos colectivos. El momento de reconocimiento de responsabilidad fue un momento muy corto de todo el evento", puntualizó Solano, tras resaltar que se busca que las víctimas puedan "reconstituir su trabajo" y avanzar hacia la reconstrucción de sus proyectos de vida, muchos de los cuales han sido interrumpidos por el desplazamiento forzado y otros crímenes atroces.
La reparación de bienes y el rol de Mancuso como gestor de paz
A la pregunta de si la participación de Mancuso en eventos futuros implicaría una mayor interacción pública con las víctimas, Solano subrayó que la Unidad para las Víctimas no decide de manera unilateral el formato de estos encuentros, sino que responde a las solicitudes de las víctimas.
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Sin embargo, aclaró que uno de los objetivos clave es que Mancuso, como gestor de paz, no solo reconozca sus responsabilidades, sino que contribuya a la reparación efectiva a través de la entrega de bienes para resarcir a las comunidades afectadas.
"Mancuso no solo se ha comprometido con el reconocimiento de responsabilidad, sino justamente con la entrega de bienes que tiene conocimiento que se entregaron y que no están en el fondo de reparación a las víctimas", señaló Solano. Aclaró además que el proceso de recuperación de estos bienes está siendo adelantado a través de la Fiscalía, ya que la Unidad de Víctimas no tiene competencia en tareas policiales o judiciales.