“Eso no se termina a tiros ni a bombas, ni con misiles ni con aviones, se termina con cabeza pensante y con política, resolviendo lo que necesita el pueblo”, dijo en una entrevista alias ‘Jorge Briceño’, conocido también como ‘Mono Jojoy’, días antes de morir. Fue uno de los máximos representantes de la entonces guerrilla de las Farc. Hace diez años fue abatido en la Operación Sodoma.
“El símbolo del terror en Colombia ha caído en una operación que realizaron las Fuerzas Armadas, alias ‘El Mono Jojoy’ fue dado de baja; es una noticia histórica para nuestro país, una operación planeada desde hace mucho tiempo, fue ultimada y terminada de planear en La Arandia y antes de tomar el avión, me reuní con el ministro de Defensa y comandantes y autoricé esta operación”, dijo el presidente Juan Manuel Santos, desde Nueva York, horas después de ese 22 de septiembre de 2010.
En El Duda, vereda de Uribe en el Meta, Víctor Julio Suárez Rojas inició la vida revolucionaria, en 1975 llegó a la guerrilla y en 1993 formó parte del secretariado.
“Si no le pone cuidado a esto tocará coger gente de la oligarquía que incluya en el canje, para ver si se acuerda de sus muchachos”, recordaba sobre secuestros, a él se le atribuye haber tenido responsabilidad en el plagio de Ingrid Betancourt, los asesinatos de los Turbay Cote, vinculado con el atentado terrorista al Club El Nogal, alrededor de un centenar de acciones en la insurgencia.
Publicidad
Fue abatido un día como hoy hace diez años. Hace dos, desde el Partido Farc, ya en la legalidad y tras el acuerdo de paz, se rindió un homenaje que en su momento generó polémicas y discrepancias desde diferentes sectores. Para entonces, Carlos Antonio Lozada, representante de la antigua guerrilla, calificó de gran importancia reconocer la figura de Briceño como uno de sus líderes que también habría estado dispuesto a participar de la reconciliación.
“Nosotros somos los menos interesados en esta guerra; sabemos que la retención, el secuestro es lo peor que le puede suceder al ser humano. Estamos en contra de eso, pero qué hacemos para sostener una guerrilla si hay unos enemigos que a diario nos están acosando. Tenemos que llegar a acuerdos porque no nos quisieron escuchar cuando se resolvía esto con cinco millones de pesos en 1964, y ahora que somos más grandes, pues es más costoso, pero hay que resolver esto, porque es un problema de la familia colombiana, no de la guerrilla”, relataba ‘Jojoy’ en una entrevista.
Publicidad
Hoy, su hijo Jorge, compartió una carta en la que afirmó que de estar vivo, estaría “de frente poniendo el pecho a todas las adversidades”, y que la guerra no fue el camino que escogieron los pueblos, sino el que algunos empujaron al país.
“Hoy quiero, desde lo más hondo de mí corazón, que esas circunstancias no se vuelvan a vivir en Colombia y que podamos tener un lugar donde podamos vivir una vida decente, digna de nuestro paso por la tierra. Porque mire en las que estamos papá: un país que está siendo masacrado de nuevo, un Gobierno indigno, la fuerza pública matando gente que protesta con justa causa”, escribió el hijo de Briceño.