Las playas del Darién, en el departamento del Chocó, todos los años son escenario de fenómenos migratorias de diversas especies, como es el caso de la tortuga canal, una especia milenaria que puede alcanzar una longitud de 2,3 metros y un peso de más de 600 kilogramos, que es enaltecida en el marco de la celebración del Día Internacional del Guardabosques.
Las tortugas canal llega a las playas del Darién luego de un largo viaje desde Canadá. Una vez llegan al santuario de Fauna y Flora Acandí, Playón y Playona, en donde son protegidas por los guardabosques de la zona.
De la mano de los protectores de los parques naturales, en un ciclo de 58 días, estas especies son vigiladas en su proceso de gestación para traer nuevas crías al océano pacífico.
Leison Palma, jefe del santuario de Acandí, describe ese momento del nacimiento como la razón por la cual, él decidió ser un garante de la naturaleza.
Publicidad
“Es espectacular cuando los huevos implosionan, las tortuguitas salen solas y genéticamente de una vez ellos se activan y se van hacia el mar. Son cerca de 80 tortuguitas las que salen caminando hacia el mar, eso la verdad es un espectáculo”, señaló el jefe del parque Acandí.
Además, en búsqueda de proteger ese ciclo antes del nacimiento, las autoridades ambientales instalan los huevos en viveros para garantizar que no sean atacados por depredadores. A pocos días de nacer vuelven a ser ubicados en las orillas del mar.
Publicidad
Según la ONG, Conservación de Tortugas, se estima que 1 de cada 1000 tortugas llega a la edad adulta. Los obstáculos a los que se enfrentan como la pesca, el tráfico animal y el feroz océano. Es por eso que los guardaparques, como Leison y todo su equipo, velan por la seguridad de esta especie año tras año con el objetivo de que prevalezcan ante la adversidad en la que se encuentran.
Le puede interesar