El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, defendió la agenda de reformas sociales del Gobierno nacional y aseguró que no sólo están dentro de lo que puede pagar el país sin romper la regla fiscal, sino que además podrían tener beneficios para la economía a mediano plazo especialmente en materia de empleo.
Bonilla aseguró que las cuentas de las reformas pensional y de salud son compatibles con la meta de ir reduciendo gradualmente la deuda del Gobierno nacional y con el propósito de, eventualmente, recuperar el grado de inversión perdido durante la pandemia. Ambos proyectos cuentan con aval fiscal mientras que el proyecto de reforma laboral no lo necesita porque solamente regula relaciones entre privados (empresas y empleados).
"Deberíamos tener un desempleo entre 5 % y 6 % y por eso tenemos en curso un proyecto de reforma laboral", dijo el funcionario.
El desempleo en Colombia llegó a 9.3 % en septiembre de 2023, según el Dane.
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"Son dificultades de la economía para crear oportunidades de trabajo, de ahí que tengamos formuladas varias propuestas de reforma para hablar en un país de trabajo digno y decente y que tengamos una reducción de mediano plazo de esa tasa de desempleo para llegar a lo que hay en otros países", agregó.
Las declaraciones de Bonilla contrastan con las que hace unas semanas dio la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramirez, quien aseguró que la reforma laboral no buscaba crear empleos en el país sino restablecer derechos de los trabajadores.
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Sin embargo, en lo que coincide Bonilla con su compañera de gabinete es en criticar las formas de contratación actualmente utilizadas. Calificó por ejemplo al empleo por cuenta propia como "trabajo precario" y agregó que la peor manera de contribuir a la economía generando empleo es haciendo empleos de bajo costo.
La gasolina ya se comió la reforma tributaria
El déficit del fondo de estabilización de precios de los combustibles cerrará este año en 20 billones de pesos.
"20 billones son los recursos que va a generar la reforma tributaria. Es decir, los combustibles ya se comieron la reforma tributaria", dijo Bonilla.
La deuda de los combustibles no es la única herencia de la pandemia con la que tiene que lidiar el Gobierno. El elevado nivel de deuda adquirida durante el confinamiento implica que el año entrante el país tendrá que empezar a pagarle al Fondo Monetario Internacional por el crédito contingente y que, además, será necesario atender las obligaciones con los compradores de bonos de deuda del Gobierno.
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Finalmente, el Gobierno adelantó que planea elevar las perspectivas de crecimiento para 2024 del 1.5 % al 2.5 %.
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