Es preocupante el panorama por el alto costo de la mano de obra y la opción de campesinos de migrar a territorios cocaleros.
“Yo soy de Leticia, Amazonas, y vengo a recoger café aquí en el Quindío. He raspado coca, he pasado en fincas cafeteras y he salido una semana con cincuenta mil pesitos, porque es duro”.
Ese es uno de los testimonios que tiene hoy alerta a caficultores en el eje cafetero. Sebastián Pérez es un recolector que en esta época del año vive de la bonanza del café que se prevé vaya durante los próximos meses.
Vea tambiénLa próxima semana empezará el desembolso ayudas para los cafeteros
“Uno se va a raspar porque pagan a diez mil, y por eso se agarra siete u ocho arrobas diarias. Pero cuando no hay coca, toca agarrar café”, cuenta el joven de 20 años que desde la adolescencia se ha movilizado por diferentes territorios campesinos y conoce cultivos de al menos diez productos agrícolas y migra en la medida que haya cosecha, sin pensar si es legal o ilegal.
José Alirio López es un veterano caficultor de Belén de Umbría en Risaralda, que en medio de la crisis que tiene el grano por las caídas del precio, preocupado por los altos costos de la mano de obra, insiste en que la necesidad no puede llevar a los recolectores hacia Cauca o Nariño para raspar coca.
Publicidad
“Un cosechero aquí en la zona se gana 35 o 40 mil pesos y los mismos trabajadores cuentan que se están haciendo entre 80 y cien mil pesos recolectando hojas de coca en Nariño o en Putumayo”, señala con preocupación el hombre que insiste en la necesidad de mano de obra en la región, pues teme que la gente siga trasladándose a regiones cuyo gran sustento son los cultivos ilícitos.
“Nos toca buscar otras alternativas porque el gobierno con esa subidera y bajadera de precio no mantiene el café estable, entonces nos toca buscar otras cosas. Nos están ofreciendo ir a raspar coca que está dando más que el café. Mientras usted por acá al día se gana 25 o 30 mil, pero por allá al día se está ganando 60 o 70 mil pesos. Si la cosa sigue así, toca arrancar porque la otra semana nos rebajan el precio. Toca arrancar porque qué más se hace. Tuve que salirme de estudiar y todo porque toca responder por la cucha”, cuenta Leandro Velásquez un joven recolector de Belén de Umbría que no descarta la posibilidad de encontrar ingresos en otra materia que no sea el café, bajo la situación que vive el mercado.
Publicidad
Publicidad