Este sábado, la Clínica Conquistadores emitió un comunicado sobre el fallecimiento de la congresista Piedad Córdoba Ruiz a la edad de 68 años. La senadora del Pacto Histórico fue hallada desmayada en su casa por sus escoltas y trasladada de inmediato a ese clínica.
A pesar de los esfuerzos médicos, Piedad Córdoba no respondió a las maniobras de reanimación cardiopulmonar y fue declarada fallecida a las 12:50 p. m. del día de hoy.
De qué murió Piedad Córdoba
El comunicado de la Clínica Conquistadores detalla que la senadora fue ingresada al servicio de urgencia de manera inmediata, pero lamentablemente, los esfuerzos médicos fueron en vano.
La institución médica informó que Córdoba se encontraba sin signos vitales y con señales de livideces hipoperfundida, siendo llevada directamente a la sala de reanimación donde se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar sin respuesta positiva.
Al ser evaluada por médicos de la institución se encuentra femenina de 69 años de edad sin signos vitales, con signos de livideces hipoperfundida se pasó directamente a sala de reanimación donde le realizan maniobras reanimación cardiopulmonar sin respuesta, se declara paciente fallecida y se pone a disposición de cuerpo a medicina legal
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Al parecer la congresista habría sufrido un infarto.
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Presidente Petro se pronuncia tras muerte de Piedad Córdoba
El presidente Gustavo Petro, se pronunció tras la muerte de la senadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba, que falleció en Medellín (Antioquia).
El primer mandatario lamentó el deceso de una mujer que, según él, no “resistió la presión de una sociedad anacrónica” y lanzó pullas contra el exprocurador general Alejandro Ordóñez, que la destituyó en su momento y la sacó del Congreso.
“Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por un época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática”, indicó el jefe de Estado, que se encuentra en territorio europeo luego de su encuentro con el papa Francisco en el Vaticano.
De acuerdo con Petro, “su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el dialogo y la paz, que odiaba a los negros, a los indígenas y a los pobres, que la trataba como una criminal”.
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