Cultivo de cacao en Colombia: una oportunidad de cambio para los cocaleros

El cultivo de cacao en Colombia ha surgido como una alternativa sostenible y rentable para miles de campesinos cocaleros. José Félix Montoya, director asociado de Chemonics International, habló en Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, sobre cómo este proyecto ha logrado cambiar vidas y generar un impacto positivo en las comunidades rurales.

Desde su creación en 2003, el proyecto ha trabajado incansablemente para persuadir a los campesinos cocaleros de reemplazar los cultivos de coca por plantas de cacao. A lo largo de los años, el cultivo de cacao ha demostrado ser una opción viable, especialmente en un contexto de bajos precios del cacao. Montoya explicó que el proyecto comenzó en el sur de Bolívar, donde se logró la primera erradicación de cultivos ilícitos en marzo de 2003. Posteriormente, se expandieron a otras regiones como el Magdalena Medio, Antioquia y otros lugares con la ayuda de cooperación internacional y el gobierno de los Estados Unidos.

“Fuimos al salón de chocolate, aprendimos en Francia, crecimos en el tema cacaotero y nos conectamos con las empresas del país, que hay empresas muy importantes que hoy impulsan este tema y creo que hicimos del cacao una oportunidad que pudo haber crecido más. Yo creo que hemos tenido muchos aciertos también desaciertos. Perú, comparado con nosotros, ha crecido mucho más, pero creo que ha sido una alternativa. Ha cambiado vidas, ha llevado paz, ha cambiado condiciones de biodiversidad, de mejores prácticas ambientales", destacó Montoya.

A pesar de los desafíos, el proyecto ha logrado exportar toneladas de cacao y ha visto crecer el número de pequeñas empresas y emprendimientos dedicados al procesamiento de cacao. Sin embargo, Montoya reconoce que aún hay mucho trabajo por hacer. Aunque el proyecto ha logrado cambiar la vida de muchas familias, existen oportunidades para duplicar la producción y las exportaciones de cacao, así como expandir las actividades productivas relacionadas con el cacao.

“La coca no se arranca de la tierra, la coca se arranca del corazón. Eso es lo que hemos aprendido en toda esta época. Los cocaleros tienen unas actividades, (…) pero ahora la economía de la coca está deprimida”, añadió Montoya.