Los ganaderos en Colombia enfrentan pérdidas significativas debido a la alta demanda de lactosuero por parte de grandes empresas lácteas.
Los campesinos productores de leche están luchando para vender sus productos, enfrentándose a la falta de compradores y bajos precios.
Empresarios de queserías en Simijaca, Cundinamarca reconocen que la llegada de leche pulverizada y productos lácteos a base de lactosuero está ganando mercado debido a sus costos más bajos.
Al menos 15 marcas en Colombia están rindiendo la leche con lactosuero, una práctica que está prohibida y afecta a los consumidores y a los productores que cumplen con las normas.
En varias ocasiones el Invima ha encontrado adiciones no conformes de lactosuero en productos de leche entera, imponiendo medidas para retirar estos productos del mercado.
La adición de lactosuero afecta la calidad y el aporte nutricional de la leche, alterando su composición natural.
El uso de lactosuero en leche entera es considerado un engaño, ya que los consumidores creen estar comprando leche entera cuando en realidad están adquiriendo un producto modificado.
Los ganaderos de municipios como Boyacá están viendo una drástica caída en el precio de la leche, afectando la economía local. El litro de leche es vendido hasta en 700 pesos, cuando normalmente vale aproximadamente 2.000.
Campesinos en Boyacá y Santander han empezado a derramar grandes cantidades de leche debido a la falta de compradores y los bajos precios.
Las queserías locales tienen producción acumulada, lo que ha llevado a una disminución en las compras de leche y a la insatisfacción de los campesinos.
Muchos campesinos están vendiendo sus vacas debido a que la crisis les impide comprar la comida necesaria para sus animales.
Campesinos piden a colombianos aumentar el consumo de productos 100% hechos en Colombia, piden que la leche y sus derivados sean valorados y que el precio de estos sea el justo.
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