El procurador delegado para el medio ambiente, Diego Trujillo, le pidió al Congreso ratificar el acuerdo de Escazú que firmó Colombia para la protección del medio ambiente.
Alertó sobre el estado de degradación de los recursos naturales en el país y señaló como “carrusel” los contratos que se han empleado desde hace algunos años.
Con un río Magdalena totalmente degradado en manos de una corporación autónoma creada hace 30 años por la constitución política, que le asignó funciones ambientales y que 30 años después se volvió fue un carrusel de contratos de dragados que tienen a nuestro principal afluente en la situación que estamos viviendo hoy
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Añadió que con esta situación, pueblos podrían desaparecer porque “ya no contienen la fuerza de un río segmentado y degradado por las cuencas hidrográficas”.
Además, dijo que no se puede argumentar la protección de una soberanía que no existe.
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“Miren los problemas ambientales de un país que, al no tener justicia ambiental ni tener justicia rural, presenta problemas en donde no hay soberanía que defender porque solamente se puede ejercer cuando se tiene justicia y presencia estatal y, eso no existe hoy en el territorio rural colombiano”.
Las comisiones conjuntas de Senado y Cámara acordaron realizar otras dos audiencias antes de someter a votación la ratificación del acuerdo. En medio de la discusión también se intentó adelantar una propuesta de archivo, pero no se votó.
Las fechas para esas dos audiencias en las que se debería escuchar a expertos no han sido fijadas. Algunos congresistas ven estas movidas como dilaciones para no generar el debate sobre si se debe aprobar el acuerdo internacional sobre acceso a la información en materia ambiental.