En un duro comunicado la Contraloría General entregó los resultados de la auditoría a la Superintendencia de Salud durante la vigencia 2017. El ente de control se refiere específicamente a las medidas de vigilancia especial que son una herramienta de la Supersalud para revisar en detalle los movimientos financieros de una aseguradora, y el cumplimiento de los indicadores en salud. La medida hace que el 80 % de los recursos entregados por el Estado vayan directamente a los prestadores de la EPS y que no pasen por su administración.
La Contraloría cuestiona los casos de las EPS Saludcoop, Cafesalud, Caprecom, y Manexka que, a pesar de tener medidas de vigilancia sostenidas por la Superintendencia durante varios años, terminaron en el escenario de la liquidación porque nunca pudieron recuperar la estabilidad.
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“Son serias debilidades en la inspección y vigilancia que al respecto ejerce la Superintendencia Nacional de Salud. La tendencia de los indicadores de permanencia y los resultados al cierre de la vigencia 2017, ponen de presente un papel ineficaz de la Superintendencia frente al cumplimiento de sus funciones de inspección, vigilancia y control, como elemento clave para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema, en cuanto tiene relación con la operación y el funcionamiento de la EPS”, señala el documento.
Además, la Contraloría se refiere a las cifras del sistema de salud. Las EPS para poder operar en Colombia necesitan unos recursos que se conocen como capital mínimo y patrimonio adecuado que permitan garantizar que el flujo de recursos públicos va a ser adecuado y no se va a afectar a los afiliados en el sistema.
La Contraloría señala que esas cifras generalizadas son negativas hoy. “El comportamiento del Capital Mínimo en términos sectoriales, o sea el consolidado del régimen Contributivo y el Régimen subsidiado, entre junio de 2015 y diciembre de 2017, presenta un deterioro del 72 %, al pasar de $-2,2 billones a - $ 3,8 billones a diciembre de 2017, para un deterioro del 124 %”, dice el texto.
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Y en ese apartado cuestiona también que a pesar de la salida de Cafesalud, que pudo mejorar por un tiempo las cuentas del sistema, eso no fue necesario para consolidar definitivamente los indicadores financieros del capital mínimo.
Hay que recordar que el presidente Duque ya firmó una ley que permite que la Superintendencia pueda mejorar las herramientas para ejercer su vigilancia y que significa, entre otras cosas, una ampliación de las sanciones económicas y el poder de inhabilitar a los directivos de las EPS hasta por 15 años para cualquier cargo en el sector.
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