María Aleida Garzón, madre de Omayra Sánchez, y Gustavo Lastra, rescatista que acompañó a quien se convirtió en el símbolo de la tragedia de Armero, se encontraron por primera en sus vidas a través de los micrófonos de Blu Radio. (Vea acá también: Las 60 horas de agonía de Omayra Sánchez, símbolo de la tragedia de Armero ).
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Entre lágrimas, madre y socorrista recordaron a esta niña que enmarca todo lo que sucedió hace 30 años en esta población.
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“Lo único que le puedo decir es que con ‘Omairita’ se hizo lo humanamente posible, hablamos mucho, repasamos las tablas de multiplicar, rezamos y cantamos”, dijo Gustavo Lastra, miembro de la Defensa Civil.
“Le agradezco muchísimo, fue la persona que estuvo con ella, que la acompañó, nunca lo había escuchado en estos 30 años”, dijo María Aleida al conocer a este hombre, que con la voz entrecortada, relató los últimos segundos de Omayra.
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“Son momentos que lo dejan a uno muy marcado”, agregó el hombre, que en ningún momento pudo ocultar su profunda emoción al recordar cómo se fue apagando la vida de Omayra.
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“Si quiera ustedes estuvieron al lado de ella ya que no lo pude hacer yo, no sé qué siento de saber que usted sí usted estuvo con ella, quisiera algún día verlo y abrazarlo, usted tiene el sudor de ella quisiera que me contara mucho de ella”, le respondió María Aleida.
“Era una niña de poner de ejemplo hoy en día. Ponerla de estandarte, de júbilo, eso es lo que más le duele a uno, lo que más le arruga el alma, de saber que una niña, una personita como ella, no está con nosotros físicamente, pero sigue con nosotros en nuestros corazones, y la seguiré llevando hasta que me vaya a acompañarla”, dijo Lastra.
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Ambos salvaron vidas
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María Aleida y Gustavo Lastra no solo compartieron la tragedia de perder a Omayra en Armero, también, en medio del encuentro, encontraron que ambos dedicaron gran parte de su experiencia a salvar vidas.
El hospital de Amero fue el último trabajo de la madre de Omayra antes de la tragedia, mientras que Gustavo asegura tener “sangre naranja” debido a su labor desempeñada durante años en la Defensa Civil Colombiana. Esta coincidencia hizo mucho más emotivo el encuentro, pues ambos manifestaron saberr qué se siente cuando se intenta salvarle la vida a una persona.
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Una cita pendiente
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Madre y socorrista, María Aleida y Gustavo Lastra, acordaron reunirse y no volverse a ‘desconectar’. En 30 años nunca habían podido hablar y ahora, al conmemorarse un aniversario más de la tragedia natural más grande que ha sufrido Colombia, decidieron conocerse.