Héctor Fabio Osorio lleva siete años pagando cárcel por narcotráfico en China. Se encuentra aislado. En todo este tiempo no le han permitido hablar con nadie, ni siquiera con sus familiares. Tiene problemas de columna vertebral y de riñón. Está sin fuerzas, ya no puede trabajar.
Ante el abandono en el que se encuentra, pide que se agilice su pena de muerte; mientras su esposa Martha Rodríguez, desesperada, clama ayuda al gobierno de Iván Duque para que intervenga y no lo deje a su suerte.
“Pido ayuda por razones humanitarias. Él está enfermo y es el único que ha solicitado que le ejecuten la pena de muerte. No habla con nadie hace más de siete años. Nunca se ha podido comunicar conmigo”, aseveró.
Osorio, de 50 años, actualmente está interno en una reclusión de Wuhan, ciudad donde hay una emergencia por la epidemia de coronavirus que deja cerca de dos mil muertos.