Salen a la luz nuevos detalles sobre el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, en el que habrían participado varios exmilitares colombianos. Al parecer, inicialmente la idea era secuestrarlo y obligarlo a renunciar, pero por orden del primer ministro Claude Joseph el plan se cambió para asesinarlo.
En diálogo con BLU Radio, Ricardo Calderón, jefe de investigaciones de Noticias Caracol, dio a conocer más detalles sobre el caso, luego de revelar una investigación en la que se muestra cómo fue planeado el ataque contra el presidente Moise.
Según Calderón, el plan contra el mandatario de Haití se empezó a organizar desde noviembre de 2020; además, desde un principio estaban enterados de la misión el capitán (r) del Ejército German Rivera y su hermano Jonathan Rivera, nombres que empezaron a tomar importancia en los últimos días como testigos claves de lo sucedido. El uniformado es uno de los militares capturados en Haití.
“El hermano del capitán Rivera está al tanto de la situación desde noviembre. Él participa de las reuniones en CTU Miami y saben exactamente desde el día cero para qué es la misión (…) Jonathan se da cuenta que faltando dos días cambian la misión de secuestro para asesinarlo, pelea con su hermano y se devuelve a Colombia”, explicó Calderón.
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El jefe de investigaciones de Noticias Caracol también añadió que en este caso "falta un detalle importante y es el papel de las empresas colombianas que participaron en el reclutamiento. Es una pieza muy importante del rompecabezas”.
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Calderón, asimismo, señaló que hubo exmilitares colombianos que fueron utilizados como “gancho ciego”, ya que participaron de la misión sin conocer exactamente de qué se trataba.
“Al parecer, había una parte del grupo que iba como gancho ciego. Los que se quedan en el perímetro dicen que su labor era de seguridad, ellos desconocen que estaba pasando dentro de la residencia del presidente Moise”, explicó el investigador.
Ahora bien, sobre por qué fueron llamados exmilitares colombianos para participar de una misión de esta altura y gravedad, Calderón indicó: “Los soldados colombianos son muy capacitados. Lamentablemente, Colombia tiene una mano de obra muy calificada y barata para la guerra. (…) Algunos militares que se retiran salen en unas condiciones económicas muy precarias y terminan cediendo a ‘cantos de sirena’”.
Y es que entre 2010 y 2020, en Colombia, 82.190 soldados profesionales han pasado al retiro. Según ha explicado el Ejército, el SENA hace un acompañamiento en el regreso a la vida civil, pero, evidentemente, ha faltado un seguimiento más profundo en cuanto al tema psicológico y familiar. Además, se desconoce el paradero de cientos de los exmilitares, que por las bajas pensiones se meten en el mercado de mercenarios y son contratados en países como Irak, Afganistán, Emiratos y demás.
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