Cerca de 9.5 millones de hogares en Colombia usan gas natural para cocinar, pero actualmente se tiene reservas para menos de una década. Ante la situación, el presidente de Promigas, Eric Flesh, aseguró que el país no se quedará sin el líquido inflamable.
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"El país no se va a quedar sin gas. Pensemos el peor de los escenarios: nos quedamos sin autosuficiencia, pero siempre la opción va a ser importarlo", aseguró Flesh.
Entre las opciones del país para garantizar el abastecimiento está el desarrollo de pozos en el mar, la importación, la compra de gas a Venezuela y el fracking.
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Si se desarrollan los yacimientos no convencionales usando fracking, las reservas del país podrían superar los 30 años. Sin embargo, la técnica está suspendida por cuenta de una decisión del Consejo de Estado.
Por su parte, la opción de comprar gas a Venezuela está prácticamente descartada por el momento porque, aunque existe un gasoducto, no hay canales de comunicación con ese país.
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La opción de la importación es una de las más avanzadas. El país ya tiene una planta de regasificación en Cartagena y podría construir otra en Buenaventura. La diferencia es que el gas importado tendrá un mayor costo frente al que podría obtenerse vía fracking.
Finalmente, el desarrollo de pozos off shore está en marcha, pero aún no hay suficiente información sobre esas reservas.
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