La Unidad de Investigación y Acusación de la JEP publicó un informe sobre los hechos violentos que afectan a las personas con orientaciones sexuales diversas, expresiones y/o identidades de género diversas. Según el documento, en las zonas donde hay presencia de grupos armados el riesgo de ser amenazado, asesinado, desplazado o abusado sexualmente se incrementa cuando hay pertenencia a la comunidad LGBTIQ+.
La situación más complicada se vive en la región caribe, donde incluso se han presentado casos de abuso sexual contra hombres que no pagan las extorsiones a los grupos armados ilegales.
"Igualmente, la UIA en aras de velar por los derechos de las víctimas y la sociedad a la no repetición, dará cuenta de una práctica de violencia sexual que ha permanecido invisibilizada, que viene sucediendo con mayor fuerza en los últimos meses, que está relacionada principalmente con estructuras del crimen organizado aliadas al Clan del Golfo, y que consiste en abusar sexualmente de hombres que son señalados de incumplir con el pago de extorsiones", señala el informe de la UIA.
En el mismo sentido en el documento se advierte que se han creado retóricas estigmatizantes contra la población diversa, e incluso en 43 municipios del país las estructuras armadas buscan imponer manuales de convivencia donde prohíben todo tipo de expresiones que se aparten de la heterosexualidad y la concepción tradicional de familia.
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"Entre enero del 2020 y el 30 de junio de 2024, la Unidad de Investigación y Acusación registró 159 homicidios selectivos contra personas que se autoreconocían diversas. Esto significa que, en Colombia, durante el periodo estudiado, cada diez días mataron a por lo menos una persona por razones atribuidas a su expresión, orientación o identidad de género. Esta situación refleja una alta frecuencia de hechos de violencia letal, que serían ‘relativamente comparables’ con los homicidios de líderes sociales, homicidios de firmantes del acuerdo de paz y los feminicidios", explica la UIA.
La violencia contra la comunidad LGBTIQ+ la ejercen principalmente estructuras sucesoras del paramilitarismo y especialmente bandas y grupos que están al servicio del Clan del Golfo.
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"Aunque se considera que este tipo de organizaciones se dedican exclusivamente a extraer rentas criminales, lo cierto es que muchos de estos invierten tiempo y recursos considerables en regular el cuerpo y la sexualidad de los civiles que viven en los territorios que controlan. Al respecto, el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) o Clan del Golfo, ha sido el presunto autor responsable de una gran cantidad de hechos en contra de dicha población", se lee en el documento.
Este grupo estaría buscando imponer sus normas frente a este tema por medio de panfletos y mensajes de WhatsApp, e incluso amenazan a la población LGBTIQ+.
"La UIA ha conocido casos en Buenaventura (Valle del Cauca), Tumaco (Nariño), Barranquilla, Soledad (Atlántico), Montería (Córdoba), Barrancabermeja (Santander) y Rionegro (Antioquia), donde integrantes de estructuras criminales abusan sexualmente a sus víctimas, apelando al pretexto de castigar a las personas que no pagan extorsiones (o no las pagan a tiempo). Es decir, de forma oportunista, miembros de estructuras del crimen organizado aprovechan los contextos de cobro generalizado de extorsiones en barrios, para violar a hombres, pues los casos conocidos obedecieron a personas del sexo masculino", advierte el documento.
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