El embajador de Colombia en Estados Unidos,Daniel García-Peña , destacó en una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, el importante avance en las relaciones bilaterales en la lucha contra el narcotráfico . Según el diplomático, Washington ha comprendido que la nueva estrategia del Gobierno colombiano, bajo el mandato de Gustavo Petro, requiere tiempo para mostrar resultados, dado que plantea un enfoque más integral frente al problema del narcotráfico.
“Un enfoque holístico en la lucha antidrogas”
Uno de los puntos clave expuestos por el embajador García-Peña es el cambio de paradigma en la forma de medir el éxito en la lucha contra el narcotráfico.
El Gobierno de Estados Unidos ha entendido que no se puede reducir la eficacia de esta lucha solo al número de hectáreas de coca erradicadas
Esta nueva visión, dijo, incluye 12 métricas que analizan diferentes aspectos del problema, lo que permite una evaluación más amplia y profunda de los esfuerzos realizados por Colombia en la materia. De acuerdo con García-Peña, durante el año pasado se alcanzó un récord histórico en la incautación de cocaína, un logro que evidencia el compromiso del país en su lucha contra el narcotráfico.
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"Hoy se mide también la interdicción y la incautación, que son golpes más efectivos para el negocio que la simple erradicación de plantas de coca", explicó.
El desafío de la erradicación y las advertencias de EE.UU.
A pesar del optimismo, el informe emitido por Estados Unidos no es del todo complaciente. Incluye advertencias claras sobre la persistencia de los cultivos ilícitos en Colombia. El embajador reconoció que, si bien el número de hectáreas sigue siendo una preocupación, es esencial entender que las soluciones a largo plazo, como la sustitución de cultivos y el apoyo a los campesinos, requieren tiempo para ser implementadas y generar resultados sostenibles.
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"Lo que hemos aprendido, tanto Colombia como Estados Unidos, es que la sustitución de cultivos y la creación de alternativas sustentables para los campesinos son procesos a mediano y largo plazo", señaló García-Peña, subrayando que la erradicación a corto plazo no siempre es la solución más eficaz. El enfoque del presidente Petro, respaldado por Washington, incluye un énfasis en el desarrollo rural, lo cual forma parte del compromiso asumido en el acuerdo de paz de 2016.
No podemos seguir midiendo el éxito solo por el número de hectáreas
Compromisos a largo plazo y cooperación bilateral
El embajador también resaltó la sólida relación de cooperación que se ha consolidado entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. Según García-Peña, ambos países han estado trabajando durante años para entender y abordar de manera más efectiva el fenómeno del narcotráfico, lo que ha permitido adoptar un enfoque más equilibrado y menos punitivo.
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"Estados Unidos reconoce a Colombia como su principal aliado en América Latina en esta lucha, y ha valorado el esfuerzo que hemos hecho para adaptarnos a las nuevas realidades del narcotráfico", añadió.
En este sentido, destacó que, aunque las cifras de hectáreas de cultivos ilícitos pueden haber crecido en los últimos años, el ritmo de crecimiento se ha desacelerado. "La curva se está aplanando, y confiamos en que pronto podremos ver una reducción en las hectáreas cultivadas", aseguró.
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Uno de los temas que más preocupa tanto a Colombia como a Estados Unidos es el impacto que el narcotráfico tiene en las comunidades rurales. El embajador explicó que una de las prioridades del gobierno de Gustavo Petro es ofrecer soluciones integrales a los campesinos que dependen de los cultivos de coca para su subsistencia. Según García-Peña, la estrategia actual, que incluye la implementación de programas de sustitución de cultivos y desarrollo rural, es clave para garantizar una transición exitosa hacia alternativas económicas legales.
"El enfoque anterior se centraba en la erradicación a toda costa, sin tener en cuenta a los campesinos cocaleros", indicó el embajador.
El presidente Petro está comprometido con darles soluciones y alternativas viables, y eso toma tiempo
A pesar de las dificultades, García-Peña señaló que los esfuerzos continuarán y que el gobierno está comprometido a seguir trabajando en la erradicación y en la reducción de las hectáreas cultivadas.