Luego de un largo debate en el que el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Valdés, aseguró que no está de acuerdo con la castración química porque esta puede ser fácilmente revertida con un viagra de venta pública, el representante Álvaro Hernán Prada logró convencer a sus colegas sobre la conveniencia de la iniciativa, que, según el congresista, actúa como un calmante ante el deseo que produce la testosterona.
“El tema de la castración química. El nombre asusta y muchos piensan que se trata de alguna violación de los derechos humanos, no es así. Es un tratamiento terapéutico que protege a los niños donde también termina siendo beneficiado el sicópata. Aquí expresaron personas que lo han utilizado y dicen cómo ese monstruo, ese diablo que tiene en el cerebro, con esa droga que les quita el deseo sexual, se les merma, se les va y viven mucho más tranquilos”, aseguró el congresista Prada.
Resaltó que ante el preocupante panorama de violación de menores en Colombia es una medida efectiva para que los violadores controlen ese deseo y más niños sean protegidos. Sin embargo, se acordó que se cambiará el nombre de la iniciativa a ‘Terapia para Inhibir el Deseo Sexual’, “debido a que la palabra castración remite a muchas otras cosas y esto se trata de una terapia”.
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Los congresistas que se opusieron a la iniciativa fueron Juanita Goebertus, de Alianza Verde; Germán Navas, del Polo; Juan Carlos Losada, del Partido Liberal y José Daniel López, de Cambio Radical.
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