Durante los últimos días, 11 máximos responsables de los hoy llamadosfalsos positivos en varias regiones del país han rendido declaraciones públicas y ante las familias de las víctimas, sobre lo ocurrido entre 2002 y 2008, años en los que señalados mandos del Ejército “premiaban” por resultados: muertes de civiles dadas como bajas en combate.
Este es el caso número tres que investiga la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dentro de los otros por crímenes ocurridos durante el conflicto armado en Colombia, al cual se le ha dado prioridad por ser “uno de los 10 más dolorosos”, según dijo Catalina Díaz, magistrada de la JEP.
“Este fue priorizado por JEP, es el tres: el de los falsos positivos (…) Ellos ya habían reconocido su responsabilidad por escrito, pero quisimos que, para bien del país y por las víctimas, esta audiencia fuera pública, en directo”, mencionó en Mañanas BLU cuando Colombia está al aire.
La magistrada Díaz contó la forma en cómo operaban estos miembros del Ejército en los departamentos donde el conflicto era más latente. Además, reveló que, según las investigaciones y testimonios, el perfil de las victimas era similar en casi todos los casos.
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“Se crearon bandas criminales de facto en ambas unidades, la brigada móvil 15 y el batallón de Santander, donde había distribución de funciones, organización; unos identificaban a las víctimas, pasaban las listas, otros conseguían las armas, otros traían a las víctimas”.
Era sistemático, a veces en asociación con paramilitares o contratando a civiles para que entregaran victimas por una suma de dinero, en ese entonces, un millón de pesos. El perfil de las victimas era similar, vendedores ambulantes, joven que no tenían trabajos fijos. En algunos territorios reclutaron a habitantes de calles o con problemas de drogas
La magistrada describió que desde la JEP están investigando de abajo hacia arriba, es decir, desde soldados y civiles hasta altos mandos del Ejército, como comandantes. El hilo ahora está en seis territorios críticos: Antioquia, Meta, Casare, Norte de Santander, Huila y la costa Caribe.
“Hemos llegado a comandantes de brigadas y en la costa Caribe, comandantes de batallón. Se está investigando sobre el nivel nacional. En el caso del general Mario Montoya, se ha acogido a la JEP”
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Recalcó que se crearon “estructuras criminales al interior de unidades militares”, los cuales cometían crímenes con personas vulnerables. La magistrada Díaz señaló que durante 2002 y 2008 hubo 6.402 casos de falsos positivos.
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