“A mi juicio fue un linchamiento moral. Aquí hay que aplicar un principio de que nadie es juez de nadie salvo de sí mismo”, manifestó.
Dijo que un periodista no puede tomar una decisión como la publicación de un video así sin consultarlo con alguien, evitando “un cierto egoísmo infantil porque uno está sujeto a sus propias emociones y entusiasmos y todo eso tiene que ser disminuido con la impresión de los otros”.
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Además, advirtió que los periodistas todos los días deberían aprender que no hay verdades absolutas, por lo que es necesario estar construyendo la verdad con varias versiones contrastadas.
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“Confundimos la ética con la ley. Lo ético es un compromiso con uno mismo, nadie me lo puede imponer”, enfatizó Restrepo.
El director del consultorio ético de la Fundación Nuevo Periodismo finalmente subrayó que el periodista debe vigilar una sutil línea sobre qué es lo de interés público y qué es lo del interés del medio de comunicación o el propio.