Subversivos dejaron un explosivo en pleno casco urbano del municipio de Hacarí, en la zona del Catatumbo en Norte de Santander. Justamente fue ubicado en la esquina en donde funciona la casa cural de la parroquia.
El artefacto al detonar causó serias afectaciones a la infraestructura y al vehículo parroquial que es utilizado por el sacerdote para llegar hasta las distintas veredas.
Se presume que el atentado estaba dirigido a la Policía Nacional, pues a tan sólo a 150 metros funciona la estación en esa localidad y no es la primera vez que buscan atacarla con explosivos. La Iglesia Católica ha pedido ser retirada del conflicto y pide respeto a los actores armados.
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Entre tanto, la Policía Nacional adelanta las investigaciones correspondientes para determinar los responsables de este hecho que ocurre en una zona en donde hay fuerte presencia de las disidencias de las FARC y la guerrilla del ELN.