Buscando en la selva a los hermanitos Mucutuy no solo estuvo las Fuerzas Militares y la población indígena, también se sumaron miembros de la Defensa Civil. Entre ellos se encontraba Carlos Andrés Villegas, un enfermero y radiólogo de 37 años, residente en el municipio de Rionegro, quien se aventuró hasta las selvas del sur del país junto a su fiel compañero, Telius, un pastor belga de 3 años con el que ha entrenado en rastreo y rescate.
Este voluntario de la Defensa Civil, quien además trabaja en la unidad de radiología de una clínica del Oriente antioqueño, recibió el llamado para estar alerta y posiblemente viajar para ayudar en la búsqueda.
Sin embargo, nunca imaginó que estaría internado en la selva colombiana junto a su perro durante 8 días, participando en la operación de rescate más importante que el país ha presenciado en los últimos años.
"A mí me dio mucha alegría porque ellos saben que vas a ayudar y uno sabe que el perro tiene cualidades que pueden ser útiles en esa búsqueda", recuerda Carlos Andrés.
A pesar del temor que generaba el terreno inhóspito y la posibilidad de que tanto él como Telius se perdieran en la selva, su esposa e hijo lo apoyaron incondicionalmente.
Carlos Andrés nunca había enfrentado una situación similar. "Nunca... nunca, nunca me había enfrentado a eso. Creo que ninguna persona está realmente preparada para algo así, solo los comandos especiales que estaban allí. Ese es su trabajo. Pero una persona común no está acostumbrada a vivir algo así. Si para nosotros fue difícil con todo el equipo y el equipamiento que llevábamos, imagínense para esos niños que no tenían nada", expresa conmovido.
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Durante los 8 días en la selva, tanto Carlos Andrés como Telius sufrieron picaduras de diversos animales, pero lo que más lo preocupaba era que, al dar la orden de "buscar", su perro se alejaba corriendo y desaparecía a pocos metros de distancia, sin saber si regresaría.
Afortunadamente, ambos lograron regresar sanos y salvos a Rionegro un día antes de que encontraran a los hermanos indígenas perdidos. Sin embargo, Carlos Andrés pudo haber sido una de las últimas personas en ver a Wilson antes de que se perdiera.
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"Alcanzamos a ver a Wilson. Intentamos atraparlo, buscar formas para que viniera hacia nosotros, pero él volvía a escaparse en la selva y no volvíamos a verlo", relata Carlos Andrés.
Hoy en día, este enfermero y radiólogo recuerda emocionado cómo, junto a los militares e indígenas, recorrieron cada rincón de la selva, y celebra el logro que, aunque no presenció personalmente, sabe que contribuyó para que se hiciera realidad. Esa experiencia quedará grabada en su memoria para siempre.
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