Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre), fue designado este viernes, 23 de febrero, como director Nacional de Inteligencia.
Noticia que ya se había confirmado tras la salida de Laura Sarabia del Departamento de Prosperidad Social (DPS) precisamente para asumir las funciones de González en la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República.
La llegada de Carlos Ramón González a este puesto importante se produce en un contexto donde el presidente Gustavo Petro ha expresado la necesidad de garantizar que la inteligencia se utilice de manera ética y sin vigilancia indebida a opositores, miembros de la justicia y de la prensa.
Este DNI tiene, como todos los cuerpos de inteligencia que existen en el Estado colombiano, una directriz del Presidente que se debe cumplir estrictamente: la investigación de los capos del crimen, llámese corrupción, llámese contrabando, ganaderías ilícitas en la selva amazónica, llámese oro ilícito, llámese extorsión, esclavitudes modernas, cocaína, etcétera. Ese es el objetivo
En palabras del jefe de Estado: "Ningún opositor cualquiera que sea, ningún miembro de la justicia cualquiera que sea, ningún miembro de la prensa cualquiera que sea, debe ser vigilado por estas instancias, mucho menos miembros del Parlamento como si lo fue en el pasado, incluso yo fui víctima de eso".
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Para el mandatario el DNI, al igual que otros organismos de inteligencia, desempeña un papel fundamental en la seguridad y toma de decisiones estratégicas del país.
Fortalecimiento de inteligencia en Fuerza Pública
En diciembre del año pasado, Petro ya se había referido al papel de la inteligencia en el país.
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“La política de seguridad del gobierno se basará cada vez más en la inteligencia. Todas las armas estan llenando en este momento el faltante de miles de hombres y mujeres en la formación y actividad de inteligencia hasta los aspectos más complejos”, escribió el primer mandatario a través de su cuenta en X.
Según Petro, el objetivo es desactivar las economías ilícitas y las organizaciones armadas que las sostienen.
“Al lado de las grandes operaciones de incautación de drogas, el fortalecimiento de la inteligencia de la fuerza pública son los dos pilares de la política de seguridad de nuestro gobierno”, agregó.