En una operación llamada Resplandor, la Armada Nacional de Colombia, junto con la Fiscalía General de la Nación y la DEA de Estados Unidos, capturó a 14 personas acusadas de ser parte de una red que pasaba información a grupos criminales internacionales para facilitar el tráfico de drogas. De los detenidos, siete son miembros activos de la Armada Nacional, y tres de ellos podrían ser extraditados a EE.UU.
Estos militares, según las investigaciones, usaron su posición dentro de la Armada para dar información confidencial a organizaciones criminales. Esa información incluía la ubicación de barcos y unidades navales, lo que permitía a los narcotraficantes mover drogas sin ser detectados. Esto no solo ponía en riesgo las operaciones de la Armada, sino que también debilitaba la lucha contra el narcotráfico.
La investigación, que duró más de 19 meses, fue liderada por la contrainteligencia naval, que recopiló las pruebas necesarias para desmantelar esta red. Las autoridades destacaron que estos militares traicionaron los valores de la institución, alejándose de las normas de ética, transparencia y cero tolerancia a la corrupción que promueve la Armada.
El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares aseguraron que este caso demuestra su compromiso de actuar con firmeza contra cualquier conducta irregular dentro de sus filas. Además, resaltaron la importancia de trabajar con otros países, como EE.UU., para combatir el crimen organizado que opera a nivel internacional.
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La Armada Nacional dejó claro que no permitirá actos de corrupción y que cualquier persona que traicione su misión será investigada y castigada.
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