Campesinos que se dedican al cultivo de hojas de Coca en Nariño y el Catatumbo, Norte de Santander , celebraron la decisión de la Corte Constitucional que frena la aspersión con glifosato hasta que haya un diálogo con las diferentes comunidades.
La Asociación Campesina del Catatumbo, una de las que participó de la tutela que frenó la aspersión, argumentó que hubo fallas en la consulta previa y muchos pobladores no pudieron participar de la discusión sobre el programa.
"Una de las fallas fue que la Anla convocó a las zonas afectadas, en los cascos urbanos y muchas personas viven en el área rural. En el caso de Norte de Santander se llevó a cabo en Cúcuta y solo se permitió un aforo del 30%. Entonces como había problemas de movilidad para que las comunidades se desplazaran hasta la capital, se pidió que algunos se conectaran por internet. Pero en algunas zonas del Catatumbo, no hay conectividad y no cuentan con celulares de alta gama", manifestó Olga Quintero, líder de Ascamcat.
Con un aproximado de 40.000 hectáreas de hoja de coca, el Catatumbo, Norte de Santander, se convirtió en una de las zonas del país con más cultivos ilícitos.
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Por otra parte, Adolfo León, reconocido líder social del corregimiento de Madrigal, zona rural de Policarpa uno de los 25 municipios que, en Nariño, está en la mira de las autoridades para reiniciar la aspersión aérea con glifosato, dijo que desde hace 26 años le están pidiendo al Estado colombiano un dialogo abierto y sincero sobre el manejo de los cultivos Ilícitos.
“El tema no es acabar las cosas de esta forma rociando veneno a diestra y siniestra, tiene que haber una concertación con las comunidades y para nadie es un secreto que el 90 por cierto de los municipios de la subregión de la cordillera en el norte de Nariño vivimos de la hoja de coca directa e indirectamente, pero estamos dispuestos a erradicar pero que sea gradual y concertada con el estado colombiano”, dijo León.
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Según explicó el líder agrario, quemar los campos con glifosato no ha sido ni será la solución para acabar con los cultivos ilícitos. Agregó que con ello lo único que se ha hecho es agrandar y expandir la resiembra, porque muchos de los campesinos emigran otras zonas a seguir cultivando la hoja de coca.
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La Corte Constitucional, mientras tanto, aseguró que es indispensable que la consulta se haga teniendo en cuenta el dialecto y/o lengua de la comunidad étnica afectada.
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