En muchos hospitales y centros de salud de Colombia, la responsabilidad ambiental brilla por su ausencia. Los desperdicios en el manejo de energía, si bien son causados por su loable labor de salvar vidas, chocan con esta intención al impedir que se haga un manejo energético eficiente y que permita mitigar los efectos del cambio climático en la salud de sus pacientes.
Los procesos médicos necesarios para mantener ambientes seguros en calidad de aire, desinfección, manejo de gases como oxígeno, nitrógeno y gases anestésicos, instrumentación y procesos de internación tienen exigencias fuertes que requieren un gran consumo de energía.
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Lo mismo ocurre con las cargas relativas a la producción de alimentos, calefacción de agua, conservación y procesamiento de muestras, transporte vertical de materiales y personal (ascensores) y otros elementos asociados con la atención de los pacientes. Esto hace que el consumo energético de un centro médico sea muy elevado.
En todos estos procesos, un manejo eficiente de la energía puede generar reducciones considerables en el consumo de electricidad que, a su vez, pueden disminuir el impacto en enfermedades asociadas con problemas de calidad ambiental como las respiratorias. De esta forma, al contar con operaciones eficientes, los hospitales contribuyen a sanar desde la prevención, no desde la corrección.
"Un hospital de cuarto nivel puede consumir en un mes 821.735 kilovatios-hora. Este es el mismo consumo de un pueblo de unos 3000 habitantes, lo que hace que esas eficiencias sean importantes para disminuir las cargas al sistema eléctrico y la generación de gases de efecto invernadero", aseguró Elikarla Cones, gerente de Energymed. Las ciudades donde se registra un mayor consumo de energía en el sector salud son Bogotá, Cali y Barranquilla.
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Otra situación crítica se da a partir de la tasa de reposición que manejan los hospitales al tener que contar con equipos de última tecnología para la atención al paciente. Esto implica la generación de gran cantidad de equipos obsoletos con baterías y sistemas que también afectan la sostenibilidad de estos ambientes.
"Hablar de sostenibilidad en hospitales es ser coherentes con que prevenir es mejor que curar", agrega Cones.
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