
Lina Baracaldo, interventora del Hospital San Rafael de Leticia, reveló a Noticias Caracol que su salida del cargo el pasado 2 de abril fue una represalia por oponerse a las exigencias de Beatriz Gómez Consuegra, alta funcionaria de la Superintendencia Nacional de Salud y esposa del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
La denuncia, publicada originalmente por Daniel Coronell en Los Danieles (Revista Cambio), expone presiones para firmar un contrato de 55.000 millones de pesos vinculado a un buque hospital en la región.
En audios del 27 de marzo, Beatriz Gómez Consuegra habría exigido la firma inmediata del contrato, pese a las advertencias de riesgos legales y operativos. "Hoy no queda firmado el contrato, doctora, es imposible", argumentó Mario Castro, asesor jurídico.
La respuesta, según la grabación, fue contundente: "Usted decide: que quede firmado hoy o me pasa la renuncia".
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¿Quién es Beatriz Gómez Consuegra?
Beatriz Eugenia Gómez Consuegra, actualmente funge como superintendente delegada para prestadores de servicios de salud. Gómez es la esposa actual ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
El ministro ha tenido varias críticas por cuenta de la vinculación de su esposa a un entidad a fin con el Ministerio de Salud.
Gómez Consuegra es médica cirujana, con especialización en gerencia hospitalaria, economía de la salud y gerencia de sistemas de calidad.
Ha tenido experiencia en la planeación, organización, dirección y control de la gestión de los servicios de salud en IPS tanto públicas como privadas.
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Exinterventora denuncia amenazas
Tras su remoción, oficializada por el superintendente nacional de Salud, Ulahy Beltrán López, Lina Baracaldo denunció haber recibido llamadas intimidatorias. Aunque evitó revelar su ubicación actual por razones de seguridad, confirmó que está valorando acciones legales.
Desacuerdo por contrato millonario del buque hospital de Leticia
El contrato en cuestión preveía la construcción, dotación y transporte de un buque hospital desde Cartagena hasta Leticia, inicialmente valorado en 55.000 millones de pesos y posteriormente ajustado a 73.000 millones, debido al aumento en los costos del acero, según Cotecmar, la empresa constructora. Lina Baracaldo expresó que su decisión de no firmar el contrato estuvo sustentada en criterios técnicos y financieros.