histórico, al situarse en el 0,5 por ciento, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico.
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Integrada por Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Italia, Grecia, España, Finlandia, Austria, Irlanda, Portugal, Eslovenia, Chipre, Malta, Eslovaquia y Estonia, los bancos centrales de la eurozona redujeron los tipos de interés de forma concertada el 3 de diciembre de 1998. Esta acción estableció el tipo de interés del euro, que entró en vigor el 1 de enero de 1999, en el 3 por ciento.
Todos los bancos centrales, a excepción del italiano, que realizó la reducción en dos fases, alcanzando el nivel del 3 por ciento veinte días más tarde, bajaron los tipos a la vez, mientras el BCE reconocía oficialmente que esta medida debía verse como una decisión de facto sobre el nivel de los tipos de interés con los que el Sistema Europeo de Bancos Centrales empezó la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria.
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El BCE mantuvo estable el precio del dinero en el 2 por ciento desde junio de 2003, hasta que decidió elevar los tipos de interés al 2,25 por ciento el 1 de diciembre de 2005. Desde octubre de 2000 no se había producido un incremento en el precio del dinero.
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CON EFE