Una vez el Gobierno anunció la reactivación de vuelos entre Colombia y Venezuela , una decena de compañías aéreas mostró su interés en retomar esos viajes entre los dos países. Sin embargo, la aeronave que aterrizó en territorio colombiano, pertenecía a la compañía Turpial, mientras que la que aterrizó en suelo venezolano hacía parte de Satena.
Ante este panorama, Avianca, un gran interesado en el mercado entre los dos países, aseguró que tienen todos los permisos en regla con la autoridad aérea colombiana, la Aerocivil, pero que la autorización se le dio inicialmente a la aerolínea Satena para cubrir dicha ruta.
En el vuelo Bogotá-Caracas nosotros estamos listos, hemos hecho todos los informes, estudios y vistitas técnicas para operar. Tenemos ya los temas operacionales solucionados, estamos listos para comenzar a comercializar en el momento en que se nos autorice. El problema aquí es que la autorización de los dos gobiernos fue dar la autorización a Satena y una línea aérea venezolana, si no nos han dado autorización para cubrir esa ruta
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Para Avianca los planes del Gobierno de que Satena también vuele internacionalmente no van con la misión con la que se creó la compañía: “Satena es creada por una ley de la República, dando un rol social que volar y conectar los mercados que, por su naturaleza, ya sea porque las poblaciones son muy chicas o porque hay poca demanda no funcionan comercialmente. La creación de Satena nace como una decisión de Estado de decir si nosotros estamos incomunicados”.
En ese sentido, defendieron que Satena debería seguir cumpliendo con el rol social que tiene y que no ven como un gran beneficio, ni para la propia compañía, el país o los consumidores que comience a operar comercialmente.
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“Si al final los legisladores deciden cambiar la ley, por supuesto serán un competidor más y nos acogemos a eso”, recalcó el CEO de Avianca.
Satena también fue uno de los puntos que se presentó en el recurso de apelación presentado por Avianca ante la Aerocivil, por la decisión de no permitir la integración entre esa aerolínea y Viva Air; Avianca ofreció permitir la conexión entre los pasajeros que viajen desde zonas apartadas del país con Satena hasta destinos nacionales o internacionales, donde viaja Avianca.
Sobre el estado de esta apuesta de Avianca, Neuhauser afirmó que es una situación que depende del regulador y “no hay mucho plan B”: “Es una situación compleja porque nosotros creemos que Viva necesita apoyo financiero, no tenemos acceso a los datos, pero tenemos una visión global suficientemente grande (…) Creemos que lo correcto para el país, para el empleo para los cerca de 5.000 empleados directos y 1.000 empleos indirectos, es permitir que Viva se salve”.
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