A través de sus redes sociales, el expresidente Juan Manuel Santos publicó una carta dirigida a Rodrigo Londoño en la que le responde sobre varios temas, entre ellos a la revelación hecha por Timochenko sobre el atentado que las Farc planeaban contra el exmandatario al inicio de los diálogos de paz.
La carta del expresidente es un agudo e incisivo pronunciamiento sobre la implementación del proceso de paz, entre otros temas.
“Me refiero a lo que usted le dijo a la JEP al reconocer el asesinato de Álvaro Gómez : que tenían preparado un atentado en mi contra y que no lo ejecutaron por razones “éticas”. No fue el único y no hubiera sido “antiético”. Yo mismo impuse las reglas de juego, que ustedes aceptaron: negociamos en medio de la guerra como si no hubiera guerra, y seguimos en la guerra como si no hubiese negociación”, dijo.
Sin embargo, el expresidente “agradeció” el gesto y recordó su negativa a un cese al fuego.
Publicidad
“Reconozco que ustedes siempre pidieron un cese al fuego y yo me negué con el argumento de que al perro no lo capan dos veces. Les advertí que habría cese al fuego solo cuando llegáramos a acuerdos concretos. Y recuerdo que específicamente les dije que matarme a mí sería parte de las reglas de juego, y –por supuesto– viceversa. Por eso no hubiera sido “antiético”, pero agradezco el gesto”, agregó.
Además, aseguró que, como presidente de la República en la época, nunca dudó en ordenar operaciones militares contra los cabecillas de las Farc.
Publicidad
“Yo no fui tan magnánimo y por eso autoricé las operaciones contra todos los miembros de las Farc considerados objetivos de alto valor, incluyendo la deAlfonso Cano . Más de treinta de sus comandantes fueron capturados o dados de baja. Contra usted nunca tuvimos la inteligencia suficiente, pero lo habría autorizado”, dice la carta.
El expresidente también reveló en el texto que, pese a que siempre ordenó operativos en contra de los cabecillas, hubo uno en particular contra un miembro del secretariado que no autorizó. “Algún día contaré de quién se trata y por qué”, dijo.
LÍDERES SOCIALES Y EXGUERRILLEROS DE LAS FARC
Publicidad
Santos se refirió al más reciente informe de HRW -que se basa en cifras de la ONU - en el que se señaló que en 2016 mataron a 61 líderes sociales, en 2017 fueron 84, en 2018 aumentaron a 115, en 2019 a 108 y en 2020 hay registros de 133 asesinatos, algunos de ellos aún en etapa de verificación.
“Entre las múltiples fallas, vacíos e incumplimientos en la implementación de los acuerdos de paz lo más preocupante, sin duda, son los asesinatos de los exguerrilleros de las Farc y de los líderes sociales. Y no es culpa de los acuerdos, como algunos han querido insinuar, sino de su falta de implementación, que está a cargo de los gobiernos de turno”, afirma.
Publicidad
Sobre ese tema de seguridad aseguró que sabían que la violencia no terminaría con la firma del acuerdo y que por eso incluyeron un punto para garantizar la seguridad de los excombatientes y que aplicarlo ayudaría a resolver el problema.
Agrega que el Gobierno es el responsable de la seguridad de los colombianos, incluidos los exguerrilleros que se acogieron al proceso.
“El presidente Duque y su gobierno deben escuchar las múltiples voces que reclaman una acción más decidida y eficaz para protegerlos”, dice en la carta.
Afirmó que son varios los reclamos a nivel nacional e internacional que se han unido para pedir que se actúe en la situación. “Nadie, nadie entendería que el Gobierno se mantuviera sordo y en estado de negación frente a esta avalancha de críticas y reclamos para que se cumplan los acuerdos de paz, en particular el tema de la seguridad”.
Publicidad
SU RELACIÓN CON EL PRESIDENTE DUQUE
En la carta, se refiere a su relación con el presidente Duque y asegura que habla del tema pues Timochenko pide que se reúnan con el primer mandatario.
Publicidad
Asegura que el actual Gobierno se ha dedicado a gobernar con un “espejo retrovisor de esos que distorsionan la imagen”. Incluso, asegura que se ha optado por no mencionar su nombre “como una condena al estilo de los antiguos dioses”.
“Mis relaciones con el presidente Duque no son las mejores. Se ha dedicado a gobernar con un espejo retrovisor, pero un espejo de esos que distorsionan la imagen, de los que hacen ver a los flacos gordos y a los gordos flacos, y ha optado, extrañamente, por no mencionar mi nombre. En una especie de castigo orwelliano, o como una condena al estilo de los antiguos dioses de la mitología griega, para el presidente de la república este humilde servidor simple y llanamente no existe. ¡Qué curioso… y hasta chistoso!”.