Martínez explicó en Mañanas Blu 10:30 A.M que el movimiento MODEN apela a las distintas expresiones sociales y ciudadanas que vienen dando importantes luchas en las regiones con relación a la prestación del servicio de energía y servicios públicos domiciliarios en general, "lo hemos enmarcado de manera general en el tema de la democratización energética y la paz, porque recoge muchas reivindicaciones, muchas luchas, y hoy en el caso del Caribe colombiano, pues es de dominio público que las altas tarifas son un tema central", afirmó el vocero.
Lo que busca además este movimiento es que haya una "democratización en la energía", "hoy las generadoras son tres principalmente: Enel, Saheim y EPM que concentran alrededor del 70% de la generación de energía. Lo que buscamos es que haya una democratización en la generación de energía, es decir, que no sean solamente tres empresas quienes fijen el precio en bolsa y a través de esa lógica un tanto perversa, se le fije al usuario un precio muy alto, muy por encima de lo que debería hacer. Es decir, hoy se les permite a la generadora fijar el precio del kilovatio calculándolo a partir del más costoso, que es el que se genera con gas y carbón, entonces, lo que buscamos es un equilibrio en la generación".
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La marcha será una movilización regional, según Martínez Las generadoras hoy imponen prácticamente el 40 % del precio de las facturas: "ahora, si las generadoras insisten en mantener esta lógica, pues yo creo que lo que estamos haciendo el día 30 de enero es precisamente buscar que la ciudadanía se manifieste de manera masiva, de manera pacífica e invitar a las generadoras a una reflexión ciudadana colectiva", finalizó el vocero.
En Barranquilla y el Caribe colombiano, los altos costos del servicio de electricidad son una preocupación constante para los hogares y las empresas. Según la Superintendencia de Servicios Públicos, la tarifa promedio en esta región puede superar los 600 pesos por kilovatio hora, una cifra considerablemente más alta que en otras partes del país. Este incremento se debe a factores como la dependencia de fuentes de energía costosas, la infraestructura obsoleta y la falta de competencia en el sector. Además, el costo de la electricidad afecta especialmente a los hogares de estratos bajos, quienes enfrentan dificultades para cubrir sus facturas mensuales.
La situación empeora en ciudades como Barranquilla, donde el servicio de electricidad no solo es costoso, sino también intermitente. Las fallas en el suministro afectan la calidad de vida de los ciudadanos, y el costo de mantener generadores privados como alternativa incrementa aún más los gastos. Según datos de la Asociación de Energía Eléctrica, las tarifas más altas en el Caribe están directamente relacionadas con el alto costo de la generación térmica, que representa más del 40% de la electricidad distribuida. Esta problemática pone en riesgo la competitividad de las industrias locales y agrava la pobreza energética en la región.
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