Carlos Antonio Lozada rindió versión en la JEP al atribuirse, en nombre de las Farc , seis homicidios mediáticos en el marco del conflicto.
Habló sobre Hernando Pizarro-Leongómez y relató que, quien fuera el segundo al mando del frente Ricardo Franco, de lo que era considerada una disidencia de las Farc, había violado el reglamento de régimen disciplinario de la guerrilla y se manifestó que el entonces comandante José Fedor Rey había estado al lado de un plan con el Ejército para liquidar a parte de las Farc, en una infiltración del reconocido caso de las niñas del Batallón Juanambú, esto, a través de un trabajo de reclutamiento del equipo de inteligencia de José Fedor.
En diciembre de 1984, Fedor y Pizarro se pusieron al frente de la masacre de Tacueyó: 169 muchachos reclutados que fueron ejecutados con el argumento de que eran agentes de inteligencia. Esa masacre era una especie de señal que se debía dar a las unidades infiltradas para que se iniciara el asesinato de guerrilleros; ese plan había sido desbaratado, y los dirigentes de las Farc habían denunciado a la comisión de paz en medio de diálogos con el gobierno de Betancourt
El segundo crimen al que se refirió el excomandante de la Red Urbana Antonio Nariño, de las extintas Farc-Ep, Julián Gallo Cubillos, fue el de Hernando Pizarro León-Gómez. pic.twitter.com/cruRQzuwyl
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) December 10, 2020
Dijo que, por esos hechos, tanto José Fedor Rey como Hernando Pizarro, fueron considerados objetivo militar de la entonces guerrilla de las Farc. La unidad del frente Antonio Nariño fue la responsable de ese hecho, donde Lozada fue designado como jefe y el asesinato fue ejecutado en Bogotá por la Red Urbana, luego de trabajos de inteligencia que fueron informados luego al Bloque Oriental comandado por Jorge Briceño, y fue allí, donde se da la orden de ejecutar el plan y, según expresó, estuvo dirigido por Vladimir Zambrano, ‘Rubén’, quien murió en Mondoñedo, alias ‘Repelo’, estudiante de la Universidad Nacional, quien murió en una ladrillera en Usme en 1996, y otras dos personas.
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En consideración a que en esa casa había menores de edad se buscó la forma de sacarlo de la casa para no realizar el hecho en ese hogar, los hombres llegaron fingiendo ser Unidad de la Fiscalía, trataron de llevarlo con una orden falsa, y, en el momento de llevarlo, en esa casa había que dejar el carro como a una cuadra porque no se podía parquear. Llegaron a la casa, golpearon, entraron con la orden de allanamiento, encontraron a Hernando Pizarro, se identificaron como agentes de la Fiscalía, Hernando se da cuenta y empezó a gritar y es cuando se decidió ajusticiarlo allí en la calle; se realizó en un Toyota con placas adulteradas
A la pregunta del hijo de Pizarro, Danilo, de a dónde se tenía planeado llevarlo, Lozada expresó que la orden era ejecutarlo fuera de la casa, pues señaló que la mejor opción era sacarlo de la vivienda y, en medio de la presión, asesinarlo lo más pronto posible.
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“Él no se dejó poner las esposas, le alcanzaron a poner una esposa y salió de la casa gritando y forcejeando, ellos trataron de llevarlo hasta el carro y antes de llegar al carro, en el forcejeo, tomaron la decisión de ejecutarlo allí”, relató Lozada.
Versión que, al hijo de Pizarro, le pareció incongruente, pues dijo que Hernando estuvo diez días en esa vivienda, tiempo suficiente para la planeación de un atentado en el que se consigue un vehículo que disfrazan de la Fiscalía, indumentaria, y cuestionó por qué en ese caso el tiempo fue tan corto y en el de Álvaro Gómez se tardaron un mes en la planeación de un hecho con, al parecer, mayor grado de dificultad.
Durante la diligencia, el tercer caso al que se refirió Cubillos fue el asesinato del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, que fue asesinado el 2 de noviembre de 1995. En la audiencia hacen presencia algunos de sus familiares con su representante legal. pic.twitter.com/o3jTiJhpKG
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“Estoy casi seguro que no iban con distintivos de la Fiscalía, se presentaron como Fiscalía, de traje y corbata”, dijo Lozada.
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“No hay una razón para que nosotros asumamos esa responsabilidad sin haberlo cometido. La única motivación que tenemos son los compromisos con el acuerdo de paz, es el deseo de aportar al país conocimiento y verdad, y a las víctimas pormenores y detalles de lo que ha sido el conflicto armado nuestro que hasta ahora permanece sin aclarar y que, en este caso llevó a que se condenaran personas inocentes”, agregó.
OTRAS REVELACIONES
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En el caso de Jesús Antonio Bejarano, asesinado en la Universidad Nacional, dijo Lozada que fue realizada la operación por la estructura Joselo Lozada, pero que no tiene mayores detalles, pues era una estructura “compartimentada”, con la que él dirigió en Bogotá.
En su momento hubo conversaciones de paz en Caracas y Tlaxcala, por lo que se refirió a intentos de entorpecer el proceso de construcción del proceso de paz y dijo que se conoció información de que Bejarano recibió orientaciones del alto gobierno para impedir el proceso de paz.
Lo que se sabía por parte de la dirección de las Farc es que César Gaviria, presidente en ese momento, orienta a que no se avance en ese acuerdo y se busque fraccionar la coordinadora para desarrollar conversaciones aisladas, lo que obviamente ponía en desventaja la insurgencia
A un cuestionamiento que se hace referente al asesinato de Eduardo Umaña Mendoza dijo que no hay relación alguna con las Farc, manifestó que es desconocido para él si las Farc tuvieron responsabilidad en el atentado a Fernando Londoño, pero que, en definitiva, la Red Urbana Antonio Nariño no tuvo nada que ver y negó que tuvieran apoyo militar del IRA.
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Expresó que, en el caso de Pablo Emilio Guarín, en otras diligencias, miembros de las Farc podrán entregar detalles, pues manifestó que poco conoce al respecto, además de reconocer que era un paramilitar objetivo legítimo de la insurgencia cuando estaba en el Magdalena Medio.
Dijo que Pablo Catatumbo podría conocer más detalles del caso de José Fedor Rey, que en el de Pablo Emilio Guarín, debería ser Rodrigo Londoño quien pudiera tener mayor conocimiento, y entre otras, se refirió a Héctor Paúl Flores, procesado por el homicidio de Álvaro Gómez y señaló que desconoce por completo de ese nombre, eximiéndolo de complicidad o responsabilidad directa alguna, y que el magnicidio es exclusiva de las Farc.